Con la llegada de diciembre el espíritu navideño emerge en cada familia y los niños esperan con ansias el arribo de Papá Noel, que es el encargado de traerles los esperados regalos (sobre todo para los que durante el año se portaron bien). Santa Claus, como se lo conoce en otros rincones del mundo, es una figura preponderante de la Navidad, por tal motivo, un grupo de científicos logró revelar por primera vez el “verdadero rostro” y puso fin a esta incógnita que perduró a lo largo de 1.700 años.
Para comprender el origen de Papá Noel hay que remitirse al siglo IV y conocer la historia de un obispo llamado San Nicolás de Mira. Este era un hombre popular debido a su defensa de la fe y a su grandiosa generosidad, ya que usaba su fortuna heredada para ayudar a los más necesitados. Se estima que el religioso vivió entre el 270 y 343 d.C. en lo que hoy se conoce como Turquía. A su vez, como el monje cristiano tenía la vocación de brindar regalos, con el paso del tiempo, la cultura cristiana lo familiarizó con la entrega de regalos a los niños.
Por su parte, en el siglo XVII, la figura de San Nicolás de Mira traspasó las fronteras y llegó a Países Bajos, dónde se lo conocía como Sinterklaas. Tras ello, la imagen del obispo siguió en expansión y emigró hacia Nueva York (Estados Unidos). Allí, el religioso era y es denominado Santa Claus. Luego, ya más cercano a estos tiempos, las marcas que se hicieron de la figura de Papá Noel (con su barba blanca y su traje rojo) usaron su imagen para el consumismo tradicional de estas fechas festivas y corrieron al personaje de su faceta religiosa para acercarla a una más comercial.
¿Cómo lograron representar el rostro “verdadero” de Papá Noel?
Por su parte, los científicos Cicero Moraes, José Luis Lira y Thaigo Beaini realizaron una investigación con la que lograron recrear el rostro de San Nicolás y el estudio se publicó en la plataforma académica ResearchGate. Las imágenes son el resultado de “proyecciones estadísticas” junto con “interpretaciones artísticas” empleadas por Moraes, ya que es especialista en reconstrucción facial y diseño en 3D.
A su vez, Moraes explicó al medio Pen News que “el cráneo tiene una apariencia robusta, generando un rostro fuerte porque sus dimensiones en el eje horizontal son mayores que el promedio”. Luego, agregó que esta recreación “es muy reminiscente de la figura que tenemos en mente cuando pensamos en Santa Claus”, debido a su frente amplia y a su nariz redondeada.
Moraes después de contar con los resultados de la recreación, se asombró de las semejanzas que alcanzó con respecto a la descripción de San Nicolás que desprende del poema “Twas The Night Before Christmas” de 1823. Al texto se lo considera como la primera alusión a Papá Noel y señaló que la figura tiene “mejillas sonrojadas”, “cara ancha” y una “nariz como cereza”.
El grupo de científicos usó un modelo 3D de un donante virtual para ajustarlo al cráneo del santo y garantizar coherencia anatómica. Seguidamente, Moraes indicó: “Inicialmente reconstruimos el cráneo en 3D usando estos datos”. Tras ello, manifestó que “la técnica de deformación anatómica, en la cual, la tomografía de la cabeza de una persona viva se ajusta para que el cráneo del donante virtual coincida con la del santo”. Luego, concluyó que “la cara final es una interpolación de toda esa información, buscando coherencia anatómica y estadística”.
Posteriormente, los investigadores señalaron que componentes como líneas de expresión, cabello y textura de la piel se fundaron en referencias históricas. Tras ello, emplearon inteligencia artificial para aumentar los detalles visuales, lo que colaboró para que las imágenes artísticas y científicas brinden una mayor exactitud del rostro de Papá Noel.