En Campo del Cielo, Chaco, se levanta un lugar de excelencia para los amantes de los temas astronómicos. Ahí, en la Reserva Natural Pigüén Nonaxá, se encuentran más de 300 meteoritos, entre ellos, el segundo y tercero más grande del mundo.
El meteorito de Campo del Cielo se originó dentro del Cinturón de Asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter, y se formó aproximadamente al mismo tiempo que la Tierra, es decir hace unos 4.500 millones de años.

El museo es uno de los sitios históricos más emblemáticos de toda la provincia del Chaco.
Mucho después, hace apenas 4000 años, una gigantesca masa metálica de asteroide de ese Cinturón fue expulsada al espacio interplanetario y finalmente llegó a la Tierra. Cuando el enorme meteorito penetró la atmósfera superior a muy alta velocidad, la presión sobre su masa provocó la explosión.
Así, se fragmentó, generando 26 cráteres alineados, el mayor de los cuales tiene el tamaño de un estadio de fútbol. Los restos del impacto y todos sus fragmentos abarcan 25 kilómetros de ancho y 85 de largo (más de 2000 kilómetros cuadrados). Los escombros también se extienden a la vecina provincia de Santiago del Estero. Hablar de Campo del Cielo es hablar de una de las “lluvias” de meteoritos más grandes jamás encontradas -y registradas- en la Tierra.

Las vistas nocturnas en el parque son mágicas. Todos los 30 de junio se realiza una convención de astrónomos.
Dos de los meteoritos más grandes pertenecen a este sitio. Muchos se encuentran repartidos en los mejores museos del mundo, en colecciones privadas y en instituciones científicas. Son piezas codiciadas por coleccionistas y traficantes internacionales.
Cada 30 de junio la Asociación Civil de Astronomía del Chaco (ACHA) y el Instituto de Turismo del Chaco organizan actividades temáticas: búsqueda de meteoritos, observación astronómica, conferencias y proyección de documentales, además de encuentros de astrónomos aficionados.