Hay una característica del Papa Francisco que es destacada entre todas: su cercanía con la gente. Mientras en todo el mundo se guarda luto por la su muerte, volvió a circular la imagen del fotoperiodista Pablo Leguizamón de 2008, ahí se lo ve al entonces arzobispo de Buenos Aires viajando en el subte A.
Jorge Mario Bergoglio se había reunido con familiares de víctimas de Cromañón y se dirigía a la Catedral Metropolitana para celebrar el Corpus Christi. Leguizamón, que oficiaba de trabajador freelance, salió a la pesca y saltó el molinete para seguirlo de cerca.

Bergoglio, en la estación de subte, como un ciudadano común y corriente. Foto: Pablo Leguizamón.
Fue así como logró quedarse en el mismo vagón, donde se lo ve a Bergoglio, con su abrigo negro, sobre uno de los viejos coches de la línea mítica de la ciudad de Buenos Aires. En un momento, llegó a conversar con otro pasajero.
La foto estuvo encajonada, recién en 2013, cuando Francisco fue elegido como Papa, un amigo le recordó aquella secuencia en el subte. Pablo la ofreció a varios medios, pero la obra comenzó a circular por las redes. “A partir de ahí, me interesé un poco más en su carrera y supe que venía de la orden religiosa de los Jesuitas y llevaba una forma de vida austera, muy cercana a lo social y a lo humano”, contó.

Leguizamón se instaló en Viedma, donde colabora con medios y fundó su propio emprendimiento.
“Cuando la foto empezó a aparecer por todos lados, yo estaba pensando cómo pagar el alquiler. Fue un momento raro: todos me felicitaban, pero yo estaba arruinado económicamente y no sabía cómo iba a seguir. Lo viví como un llamado. Algo superior que me decía: ‘Seguí dedicándote a esto’. Fue una señal”, recordó Pablo.
Al final, la foto acompañó a un homenaje del Papa en los premios Martín Fierro, se instaló en Viedma, Río Negro, por una decisión de pareja. Llegó con la idea de trabajar “de lo que fuera”, y terminó haciendo lo que ama: fotografía periodística. Hoy colabora con el diario de Río Negro y dirige “Río Negro en fotos”, un medio digital enfocado en el fotoperiodismo. Su historia de fe e insistencia va de la mano con el recuerdo de Francisco, un Papa que estuvo entre la gente.

El viejo subte, con asientos de madera, el escenario de la foto a Jorge Bergoglio.