Para Pen Yujiang, fueron cuestiones de segundos vitales a 8.598 metros de altura sin oxígeno. El hombre pudo escapar en la parte más alta de la atmósfera y pudo contarla.
El paracaidista estaba realizando una prueba de equipo de rutina el sábado en un sitio de entrenamiento a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Gansu, en el noroeste de China.
“Al cabo de un rato, el viento arreció de repente y me elevó. Intenté aterrizar lo antes posible, pero no pude”, dijo Peng, que quedó atrapado entre las nubes cumunolimbus.

Las montañas Qilian están a más de 4.000 metros del nivel del mar, desde ahí saltó el parapentista chino.
“Todo a mi alrededor era blanco. Sin la brújula, no habría sabido en qué dirección iba. Pensé que volaba en línea recta, pero en realidad, estaba dando vueltas. Finalmente, logré volar hacia el noreste», relató.
Los expertos explicaron que dentro de estas nubes, las temperaturas pueden descender drásticamente hasta -40 grados Celsius y los niveles de oxígeno son extremadamente bajos.
Sus guantes no estaban completamente cerrados, lo que le dejó las manos entumecidas y casi congeladas. Aun así, logró controlar su parapente usando su brújula y comunicándose por radio con sus compañeros.

Yujiang, tratando de escapar de las «nubes congeladas». El hombre compartió su experiencia.
“En cuanto salí de las nubes, me emocioné muchísimo porque había sobrevivido”, finalizó emocionado el chino. Peng ha estado practicando parapente durante cuatro años y medio y tiene una licencia de nivel “B”, el segundo nivel de China en un sistema de cinco niveles, que requiere al menos 20 días de experiencia de vuelo y un mínimo de 40 vuelos individuales.