La gente tiene sueños, pero no todas las personas se animan a tomar determinaciones complejas para poder cumplirlos. En esta oportunidad, es momento de contar los detalles de la historia de dos individuos que sí lo hicieron.
Se trata de Marcelo y Nuria, quienes tomaron la decisión de vender todos sus bienes para cambiar su estilo de vida de manera clara y contundente. Y, en declaraciones brindadas a TN, dejaron en claro que no se arrepienten en lo más mínimo.
Sucede que él se desempeñaba como piloto y ella como fisioterapeuta pero lo dejaron todo para vivir en un barco a orillas del mar en Ibiza, España. Ahora, ellos disfrutan de una vida prácticamente paradisíaca y anhelada por muchas personas.
«Cuando tenés un sueño, las decisiones hay que tomarlas y jugarse por lo que la vida te presenta», comenzaron narrando los protagonistas de esta historia, mostrándose completamente orgulloso de haber tenido éxito en su objetivo.
«Marcelo estuvo desde chico en el agua, siempre tuvo esa conexión con el río. Y, cuando lo conocí, a los 19 años, supe que ese amor por la navegación sería también parte de mi vida», exteriorizó Nuria, quien, junto con Marcelo, tienen tres hijos: Agustín, Lucas y Paulina.
Así fue como los protagonistas decidieron convertir ese sueño en un negocio familiar. En ese contexto, la embarcación hoy lleva el nombre de «Nomad Sailing Trips» y cuenta con un importante número de visitantes que viajan en él.
«A los 57 años se mandaron a vivir en un barco, que es un espacio muy reducido, cambiando completamente su estilo de vida de un día para otro. Te despertás, desayunás, nadás un rato, limpiás el barco, y después pasamos todo el día con los pasajeros», explicó Agustín.
«Mi hermana Paulina nos ayudó mucho a armar la marca, el branding y una página web muy simple para recibir consultas. Ese verano tuvimos un boom de reservas y comenzamos a ser más conocidos en las islas Baleares», profundizó.
Inclusive, en la actualidad, la familia posee en su flota cuatro veleros y un catamarán. En los primeros viajan alrededor de siete personas y en el segundo cerca de 10, además de la tripulación. Realmente impresionante.