Sergio y Gabriela patearon el tablero en 2017 y decidieron poner una pausa en sus vidas. Compraron una casa rodante y salieron a las rutas junto a Levi, de dos años, y Mía, de un año. Recorrieron 15 países y ya llegaron a Argentina.

Postal de Talara, en las cosas del Pacífico, en Perú.
En realidad, la pareja mendocina se conoció en Norteamérica. Gabriel, quien trabaja como diseñadora de interiores, se fue a vivir a Canadá con sus padres hace 26 años. Allí conoció a Sergio, quien ocupa un cargo en una compañía de que fabrica muebles de cocina.
En los últimos tiempos, se dedicaron al trabajo full time para ahorrar y darle rienda un viejo deseo. Y sumaron a los hijos a la troupe viajera. “Es ahora o nunca”, pensaron en su momento.

Familia completa en Uvita, un destino llamativo en Costa Rica.
El equipo sumó a Valeria, hermana de Gabriela, y pusieron primera en la camioneta. Guatemala, Panamá, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Perú fueron los destinos más extravagantes. Ingresaron a Argentina por Jujuy hasta llegar a la querida Mendoza.
Gabriela no dudó en nombrar al país más bonito: “Argentina es lo más lindo que hay. Acá hay montaña, playa y todo lo demás. Aparte, la comida. Necesitábamos carne después de tanto frijol, arroz y tortilla”.

En la Mano del Desierto, en Antofagasta, la camioneta hizo una pausa.
Pero el recorrido no termina en la ciudad del buen vino. Los viajeros tienen pensado volver a Canadá y Estados Unidos a cumplir con sus tareas laborales, dejar la casa rodante en Mendoza y luego completar una travesía por toda la Patagonia.

La familia festejó el logro mundial a la distancia. «Argentina es el mejor país, tiene todo», dijo Gabriela.