La industria es el motor de la zona. Ahí, en Uranga, a sólo 50 kilómetros de Rosario, en la provincia de Santa Fe, el pueblo se mueve en base a la producción de Valenziana. Los 900 habitantes tienen relación directa con la fábrica y en la pandemia todos pudieron subsistir gracias a la actividad dedicada a los muebles.
El trabajo comenzó en 1990 con un tinglado pequeño. Hoy, el lugar posee 20.000 metros cuadrados y la empresa cuenta con varias sedes a lo largo y ancho del país. Además, en estos días comenzará a exportar a Uruguay y Paraguay.
José Díaz, el fundador, compartió la historia: “Comencé con una fábrica muy chiquita haciendo cunas. Hoy por hoy, producimos todo tipo de muebles para el hogar y llevamos a cabo todo el proceso: cortamos la materia prima, la trabajamos y le damos forma. Además distribuimos nuestros productos a través de nuestras 50 tiendas”.
Y respecto al sentido de pertenencia con el lugar, dijo que “Uranga tiene una población muy chica, por eso la mayoría de los ciudadanos abastecen nuestra demanda laboral. También empleamos a personas de 17 localidades. Contamos con 240 colaboradores en planta y 40 trabajadores en talleres externos. Además, tenemos personal en nuestras tiendas exclusivas”.
“Ser empresario en la Argentina es un desafío. Lidiamos con los cambios y la inestabilidad al vivir en este país, pero hay tanto para hacer y desarrollar que sigo con esperanzas de apostar acá”, contó emocionado.
La marca también diseña y produce utilizando material sustentable y cuidando que la totalidad del procesos productivo no impacte de manera negativa en el medio ambiente.