Este lunes, el papa Francisco nombró a la primera mujer en dirigir una importante oficina del Vaticano. Se trata de un destacado dicasterio que quedó a cargo de la hermana Simona Brambilla, una monja italiana que reunió todos los requisitos.
Brambilla se transformó en prefecta del departamento responsable de todas las órdenes religiosas de la Iglesia Católica. Este hecho se traduce en un avance importante en torno al objetivo de Francisco de darles más espacios a las mujeres.
La idea de Jorge Bergoglio es otorgar a las mujeres más funciones de liderazgo en el gobierno de la Iglesia. Una nueva demostración de que el argentino de 88 años de edad tiene grandes planes, incluso un tanto revolucionarios sobre estas cuestiones.
Si bien se supieron nombrar mujeres para ocupar puestos de número 2 en algunas oficinas del Vaticano, es la primera vez que se designó a una mujer prefecta de un dicasterio o congregación de la Curia de la Santa Sede, órgano central de gobierno de la Iglesia católica.
Jorge Bergoglio no descansa ni por un momento.
Al mismo tiempo, el papa Francisco también nombró paralelamente como colíder o «pro-prefecto» a un cardenal: Ángel Fernández Artime, salesiano. Como consecuencia de ello, se vivieron horas muy especiales en torno al Vaticano.
Esta oficina, conocida de manera oficial como Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, se traduce en una de las más importantes de todo el Vaticano. Es responsable de todas las órdenes religiosas.
No es un detalle menor que Brambilla, de 59 años de edad, pertenece a la orden religiosa de los Misioneros de la Consolita. Desde el año pasado se desempeñaba en el cargo de número 2 del departamento de órdenes reliogosas.
