No es ninguna novedad que el cáncer de pulmón es una de las enfermedades más complejas que puede padecer el ser humano. Inclusive, es la causa principal de muerte por patología oncológica tanto a nivel global como también en América Latina, representando el 12 por ciento de todos los fallecimientos por cáncer.
El motivo de este porcentaje expresado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se debe a que, en la mayoría de los casos, el cáncer de pulmón se diagnostica en una etapa avanzada. En medio de ese panorama, las opciones de tratamientos son realmente limitadas y las chances de que el desenlace sea positivo son más escasas.
Por otro lado, el tabaquismo es el responsable del 85 por ciento de los diagnósticos de cáncer de pulmón. Inclusive, en los últimos años se apreció un crecimiento en la incidencia y en la mortalidad entre las mujeres, algo que contrasta de forma contundente con la tendencia a la baja entre los hombres durante la última década.
Así las cosas, los científicos llevan años e incluso décadas trabajando para sumar opciones a la hora de los tratamientos. Inclusive, Infobae accedió a información relacionada con los últimos avances en torno a la lucha contra el cáncer de pulmón reunidos por la reconocida farmacéutica «AstraZeneca», famosa por su importancia en la pandemia del coronavirus.
La información tiene que ver con la eficacia de los nuevos medicamentos para el subtipo de cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP). A su vez, los detalles se relacionan directamente con la forma de actuar de «Osimertinib», la droga que se acaba de aprobar para su uso combinado con la quimioterapia.
El cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) representa entre el 80 y el 85 por ciento de los casos diagnosticados. Sin ir más lejos, se estima que 2.400.000 de personas a lo largo y a lo ancho del globo terráqueo son diagnosticadas con este subtipo de la enfermedad oncológica. La mayoría de las veces en estados avanzados.
La eficacia de «Osimertinib»
«Osimertinib» ya fue aprobada en más de 100 países, incluyendo Estados Unidos, Argentina, China, Japón y la Unión Europea. El estudio en cuestión indicó que su implementación, en conjunto con la quimioterapia, extendió la mediana supervivencia libre de progresión en casi nueve meses en comparación con un proceso estándar. Realmente alentador.
