Es sábado a la noche y el estadio de Vélez está colmado de gente. Cerca de 50 mil personas esperan ansiosas el comienzo del recital. Faltan pocos minutos para que arranque, sin embargo, los fanáticos siguen ingresando. Nadie se quiere perder lo que va a ser una noche para la historia. Las luces se apagan y la espera es iluminada por la pantalla del escenario, los celulares y la luna que se impuso en la ciudad de Buenos Aires.
Entran en escena 16 bailarines que, con su espectacular coreografía, anuncian la llegada de la mujer que será el centro de atención durante más de dos horas. Finalmente, y con una personalidad apabullante, aparece Lali para cantar y bailar Eclipse, la primera canción de la jornada.
Acompañada de músicos, coristas y, por supuesto, bailarines, la nacida en Parque Patricios brindó un show icónico e histórico. No solamente fue histórico por ser la primera mujer en la historia en llenar el José Amalfitani, sino que también lo fue porque significó celebrar y disfrutar a una artista que desde hace 20 años está presente en la vida de los argentinos, siendo la referente de muchas generaciones y la cara de toda una época.
En su primer ida y vuelta con el público, dijo: “Hoy, si me permiten, me voy a tomar mi tiempo para saborear cada microsegundo de este concierto, que lo hemos preparado con mucho amor y con muchas ganas de que se lleven un show inolvidable. Que sea un momento de sus vidas inolvidable. Ya lo está siendo para mí y les deseo lo mismo a ustedes… y se los voy a dar. Les voy a dar el mejor concierto al que fueron”.
No solo cumplió, sino que superó su promesa. Y no, no es un show “como los de afuera”. El concierto de Lali fue 100% patrimonio nacional.
“No tengo el sueño americano, tengo el sueño argentino. Yo quiero ser una popstar argentina. Yo admiro profundamente a las grandes artistas americanas y no americanas que recorren el mundo y que son referentes del pop, pero yo me centro en mi propia cultura. Nosotros somos un país absolutamente rockero, un país con un montón de influencia musical, con una cultura enorme, con un mundo underground de musica electronica enorme. Y abrazo un monton eso que somos. Y creo que hay que sacarlo para afuera. No solo somos lo que está en un chart, somos mucho más que eso y lo intento poner en práctica haciendo estas canciones”, había declarado Mariana Espósito tiempo atrás.
Este recital solamente confirmó lo que se sabía desde hace años: Lali es la reina del pop argentino. Su concierto contó con seis vestuarios diferentes y un montón de referencias a los artistas más grandes del género. Dentro de sus invitados estuvieron Miranda!, Rels B y el grupo de malambo Malevo.
Con un setlist de 30 canciones que repasaban su discografía, la ex Casi Ángeles bailó y cantó por igual, se paseó por el escenario como si fuese el patio de su casa -de cierto modo, lo es- y se emocionó hasta las lágrimas. Uno de los puntos más altos fue cuando cantó Único, canción de su álbum Soy, y sus amigos subieron al escenario: Nicki Nicole, Nicolás Vázquez, Gimena Accardi, Benjamín Rojas y Justina Bustos, entre otros.
De esta forma, Lali le dio un cierre al exitoso Disciplina Tour para comenzar una nueva era que llegará con su próximo álbum que saldrá este año.