La superpoblación de los campos argentinos han traído varios inconvenientes en cuanto al trato de los envases. Con la idea de solucionar ese punto y promover la sustentabilidad para el cuidado del medio ambiente, CampoLimpio diseñó un sistema de gestión integral de envases vacíos de fitosanitarios. La asociación articula esfuerzos con autoridades municipales, provinciales y nacionales junto a distribuidores, productores y organizadores del sector.
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Dicho sistema cuenta con centros de almacenamientos transitorios (CAT) y lleva a cabo jornadas de recepción de elementos vacíos. Además, existe una plataforma de gestión para el control de cada elemento entregado, un programa de capacitación y una logística integral para el traslado de los envases.
El plan ya está aprobado en 19 provincias y la idea es que se expanda en todo el territorio nacional. Desde las primeras operaciones, en 2019, CampoLimpio recuperó más de 8,5 millones de kilos de envases vacíos, lo que significa un gran alivio para todo el ecosistema campestre.
En base a la ley 27.279, que prohíbe la quema, el abandono y la venta ilegal de envases, la organización hizo énfasis en el descarte de los bidones de agroquímicos, que han sido el mayor residuo más peligroso durante años en el país. El control sobre esta problemática evita riesgos sobre el medio ambiente y en particular, en la salud humana.
En los últimos meses, la organización inauguró los centros de almacenamiento transitorio (CAT) en Mar del Plata y San Luis. Además, se llevó a cabo una nueva jornada internacional denominada “Ley de envases vacíos de fitosanitarios”. Cada productor debe entregar el envase luego de realizar tres lavados.