Carlo Acutis es el primer santo milenario. El próximo 27 de abril, el chico italiano que murió de leucemia a los 15 años en 2006, será beatificado por la iglesia católica, es por eso que en medio de la larga vigilia, más de un millón de millenians de todo el mundo pasaron por su tumba.
El grupo de jóvenes hizo cola para entrar en el Santuario della Spogliazione, una sombría iglesia, también conocida como Santa Maria Maggiore, que marca el lugar donde hace más de 800 años San Francisco renunció a la riqueza de su familia. Allí rezaron junto al monumento donde está expuesto el cuerpo de Acutis, hacedor de dos milagros reconocidos.

Jóvenes de todo el mundo llevaron pedidos y agradecimientos a la tumba de Carlo Acutis.
La alegre imagen del adolescente, normalmente con un polo rojo y una mochila, es tan popular en las tiendas de recuerdos de la ciudad como Francisco con su sencillo hábito marrón.
Tanto la Iglesia como su familia describen a Acutis como un chico italiano excepcionalmente devoto, pero por lo demás normal, que está obrando milagros tras su prematura muerte precisamente atrayendo a los jóvenes a la fe.
El joven, que vivió su infancia como un joven normal, era amante del saxofón y desde pequeño manifestó su devoción por los milagros eucarísticos y las acciones solidarias. Gracias a sus conocimientos informáticos, pudo transmitir y difundir su fe por distintas vías.

Acutis es el santo de los millennials. Es que en las redes sociales, transmitió su fe y sus distintas acciones sociales.
Sus dos milagros
Carlo Acutis logró curar a un niño que sufría una enfermedad pancreática, para la que no había cura en Brasil, y donde tiempo después de la visita de Acutis, se descubrió que había sanado.
El segundo milagro, post mortem, fue la curación de Valeria Valverde, una joven de Costa Rica de 21 que había sufrido un fuerte traumatismo craneal tras caerse de su bicicleta.