Puiggari es un barrio del municipio entrerriano llamado Libertador San Martín. Esta pintoresca localidad se caracteriza por su progreso permanente, la limpieza, la positividad de sus habitantes y un mini turismo que crece día a día. Esos atributos se apoyan en diferentes razones: un sanatorio de excelencia, una universidad que recibe a estudiantes de más de 50 países y la firma multinacional Granix entre otros atributos. Sin embargo, una de las principales causas de visita de personas de distintos puntos del país es el Centro de Vida Sana creado en 1982 por la Iglesia Adventista. Este lugar va más allá de la religión que lo impulsó y recibe a personas de distintas creencias durante todo el año. Allí van a tratar el estrés, la ansiedad, la obesidad, el sobrepeso, el consumo de tabaco y también otras sustancias o conductas adictivas.
Este lugar se hizo conocido en las últimas décadas porque allí van a cambiar sus hábitos celebridades de todos los ámbitos: deportistas, músicos, artistas y políticos de los más reconocidos han pasado en algún momento por este centro. Posiblemente allí encuentren la paz que tanto les cuesta encontrar en su vida cotidiana. Los resultados son tan contundentes que el 100% de los que van una vez lo recomiendan o vuelven a ir.
El programa que se desarrolla en esta combinación entre clínica y hotel está basado en la medicina del estilo de vida. La misma utiliza remedios naturales como el agua, el descanso, el ejercicio físico, la luz solar, el aire puro, la nutrición adecuada, la resiliencia y la fe. Todo eso apoyado en un equipo de profesionales que acompañan a los huéspedes-pacientes durante toda una semana. Su objetivo es ayudar a modificar los hábitos de las personas para poder restaurar el bienestar físico, mental, social y espiritual.
Las estadías son de domingo a domingo. Y la actividad arranca el lunes tempranito con toda una serie de estudios médicos para constatar la salud de los visitantes y definir qué es lo que necesitan. Luego de los estudios empiezan las sesiones de hidroterapia, la actividad física y las charlas grupales e individuales. Y todos los «invitados» se reúnen en el comedor para el desayuno, almuerzo, merienda y cena. Algunos pacientes tienen dietas predeterminadas pero la comida de todos suele ser similar y se carateriza por ser vegetariana y saludable.
El objetivo de los profesionales que trabajan en el centro es que las personas puedan comprobar el impacto que una rutina ordenada, el ejercicio físico, una alimentación saludable y un buen descanso puede tener en la salud y el bienestar de cada uno.
La mayoría de las personas que viajan a Puiggari lo hacen porque sufren stress, porque están excedidas de peso o porque tienen una adicción que les daña la salud física y mental. Por eso es sorprendente el cambio que experimentan en apenas siete días. Hay ocasiones en que los recepcionistas del lugar les hacen fotos a los visitantes cuando entran y cuando salen. Y la diferencia es abismal. Y eso tiene que ver con el cuidado profesional y fundamentalmente con el trato que reciben. Todos los empleados del lugar están concientizados para apoyar, acompañar y generarle un impacto positivo a cada paciente. Esa forma de trabajar genera un agradecimiento en los visitantes que se traduce en recomendaciones a familiares y amigos.
La estadía en el Centro de Vida Sana tiene un costo aproximado de 1.000 dólares para toda la semana. Eso incluye todo desde que uno entra al lugar hasta que se retira. Los estudios médicos, los masajes, las sesiones de hidroterapia y las comidas están incluidas dentro del paquete que uno contrata. Y lo más importante, lo que más valor tiene, es el trato cordial y la atención personalizada de cada uno de los empleados del lugar. Eso no tiene precio.
Historia del Centro de Vida Sana
El Centro Adventista de Vida Sana abrió sus puertas en el año 1982 en Puiggari. Su origen, de todos modos, se remonta a más de un siglo atrás en el norte de los Estados Unidos. El promedio de vida de los habitantes de ese país en el año 1900 era de 47,3 años. El clima y la falta de información condicionaban el acceso de las personas a alimentos de calidad como frutas, verduras y aceites vegetales. Se consumían principalmente alimentos de origen animal y productos de pastelería. Las casas eran calentadas con estufas de leña y chimeneas francesas u hogares. Las ventanas estaban completamente cerradas por la noche porque se consideraba que el aire nocturno era dañino. Y el hábito era abusar del café, alcohol, tabaco y sidra.
La ignorancia de las normas de higiene y de las medidas sanitarias hacía que las personas se enfermaran con mucha facilidad. En ese entonces apareció una mujer llamada Ellen White, escritora y conferenciante pionera del adventismo, quien tuvo la visión de escribir sobre los principios para una vida sana. Sus consejos fueron innovadores para esa época e incluían el concepto de salud integral y la relación entre el cuerpo y la mente.
Ella destacaba la importancia que una actitud mental positiva tenía para la salud física o el efecto del agotamiento y el cansancio en el sistema inmune. Ellen comenzó a hablar de buscar el equilibrio en en todas las áreas de la vida y recomendaba el uso de los remedios naturales. Y claramente marcaba lo dañino que era el uso de estimulantes y narcóticos o el consumo de alcohol, tabaco y café.
En sus principios también se encontraba la importancia de la limpieza personal y de la casa; los beneficios del ejercicio físico; el valor del agua, el aire puro y del uso adecuado de la luz del sol. Con su conocimiento y usando tratamientos sencillos de hidroterapia, ella y algunas personas de su entorno pudieron sanar a personas que sufrían enfermedades consideradas incurables en aquella época.
El 5 de septiembre de 1866 se inauguró formalmente el primer centro con dos médicos, dos ayudantes y un paciente. Tenía capacidad para doce pacientes. Antes del primer mes ya las habitaciones estaban llenas.Este instituto fue el precursor de lo que luego sería el Sanatorio de Battle Creek, en Michigan. Allí empezaron a hacerse reconocidos los tratamientos de hidroterapia, alimentación sana y ejercicio físico. Y empezaron a llegar clientes estresados que le darían fama mundial al proyecto: Henry Ford, Thomas Edison y John Rockefeller fueron algunos de ellos.
El éxito del Sanatorio de Battle Creek dio origen a una red mundial de instituciones dedicadas al cuidado de la salud establecidas sobre los mismos principios. La red mundial adventista de salud, AdventHealth, cuenta con más de 570 instituciones en los cinco continentes. Uno de ellos es el Sanatorio Adventista del Plata ubicado en Libertador San Martìn. Y de la mano de éste, nació el Centro de Vida Sana.
Famosos que pasaron por allí
El Centro de Vida Sana de Puiggari fue noticia en muchas ocasiones porque allí fueron a tratarse algunas de las personalidades más reconocidades del deporte, el espectáculo y la política. La movida más grande que se produjo en esta ciudad de 11.000 habitantes fue en 1996 cuando Diego Armando Maradona se internó junto con Guillermo Coppola durante una semana. El Diez estaba preparando su regreso a Boca y fue allí para tratar de bajar revoluciones y también de peso. Antes y despuès de Diego estuvieron muchos futbolistas y técnicos reconocidos: José Luis Chilavert, Marcelo Bielsa o el Turco Mohamed fueron algunos de ellos.
Los politìcos también son clientes habituales del lugar. Eduardo Duhalde y su mujer Chiche fueron en más de una ocasión. Eduardo Buzzi, el presidente de la Federación Agraria Argentina, fue en pleno conflicto entre el campo y el gobierno por la resolución «125» en el año 2008.
Las personas públicas pasan casi inadvertidas en el lugar porque allí van a buscar tranquilidad e intentan ser unos más dentro de los grupos semanales. Así pasaron por el lugar personajes como Mercedes Sosa, China Zorrilla, León Gieco, Luis Landriscina, Antonio Tarragó Ros y Chano Carpentier entre muchas otras celebridades.
¿Qué es Lifestyle Medicine?
La medicina del estilo de vida es un enfoque basado en evidencia que busca prevenir, tratar e incluso revertir enfermedades reemplazando conductas no saludables por saludables: tales como comer de forma correcta, estar físicamente activo, aliviar el estrés, evitar el abuso de sustancias peligrosas, dormir adecuadamente y tener un sólido sistema de apoyo emocional.
