“Hace poco, su eminencia, el cardenal Farrell, ha anunciado con tristeza la muerte del papa Francisco, con estas palabras: ‘Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino’”.
Con ese mensaje, el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano, la Santa Sede informó oficialmente la noticia más triste, a las 4.52 hora argentina.
Pope Francis died on Easter Monday, April 21, 2025, at the age of 88 at his residence in the Vatican's Casa Santa Marta. pic.twitter.com/jUIkbplVi2
— Vatican News (@VaticanNews) April 21, 2025
Francisco había pasado 37 días hospitalizado hasta el pasado 23 de marzo. Ayer, Domingo de Pascua, apareció en público por última vez en la plaza de San Pedro para dar la tradicional bendición Urbi et orbi. Luego dio una vuelta por la plaza en el Papamóvil y más tarde tuvo un encuentro con el vicepresidente de los Estados Unidos, J. D. Vance, a quien recibió en una audiencia privada.
La noticia de esta madrugada entristece a todo el mundo por la partida del primer Papa latinoamericano que estuvo al frente del Vaticano y que dejó su marca principalmente por la humildad y sencillez con la que condujo la Iglesia, más allá de su gestión y todos los cambios que impulsó desde 2013.
De Flores a la eternidad
Jorge Mario Bergoglio, descendiente de inmigrantes italianos piamonteses, nació el 17 de diciembre de 1936 en una familia humilde del barrio de Flores. Estudió y se graduó como ingeniero químico, pero eligió el sacerdocio y entró en el seminario de Villa Devoto. Fue el 11 de marzo de 1958 cuando se unió al noviciado de la Compañía de Jesús. Licenciado en Filosofía, completó su formación en Chile, donde estudió Humanidades. Entre 1964 y 1965 fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe, para posteriormente decantarse por la Teología en colegio San José, en San Miguel.
Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y 23 años después, Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. En febrero de 2001, se convirtió en cardenal. Cuatro años más tarde, tras la muerte de Juan Pablo II, fue uno de los más votados en el cónclave donde finalmente fue elegido Benedicto XVI. Luego de la renuncia de Ratzinger sí se produjo la llegada de Bergoglio, a sus 76 años, el 13 de marzo de 2013.

Una imagen histórica: el 16 de marzo de 2013, día en que fue designado Papa Francisco.
Y produjo una revolución en el Vaticano. Por su edad, se imaginaba que sería un pontificado no muy extenso, pero quienes lo eligieron confiaron en él para encabezar un período de reformas. No quiso lujos y hasta siguió usando los mismos zapatos con los que había llegado desde Buenos Aires. Todo un gesto de cómo quería llevar adelante su pontificado. Críticó abiertamente a los excesos del sistema económico actual, y puso como principal prioridad a los más necesitados. Además, mostró una especial preocupación por la ecología y el cambio climático, un asunto al que dedicó nada menos que su primera encíclica, Laudato sí, en 2015. Incidió aún más en su crítica en la siguiente, Hermanos todos (2020), que arremetía contra el neoliberalismo y el populismo. La cuarta y última, Nos amó (2024), fue la más teológica y espiritual, una llamada a actuar con el corazón, más allá de la lógica del dinero y de la frialdad de los algoritmos.
Fue el primer Papa americano, primer Papa no europeo desde el siglo V, primer Papa jesuita y el primero en llamarse Francisco, una elección que ya marcaba su mirada: ningún pontífice antes se había atrevido a llamarse como un santo radical que se enfrentó a la pompa vaticana y dedicó su vida a los pobres. Lo eligió por las palabras que le dijo el cardenal brasileño, Claudio Hummes, al abrazarle tras su elección como pontífice: «No te olvides de los pobres».

Dos pasiones en una misma foto: su amor por la gente y también por San Lorenzo.