Más allá del evento que origina una crisis, la mejor solución siempre es la creatividad. Por supuesto que una solución no es tan sencilla de conseguir, sino que hay que trabajar en ella. A modo de ejemplo podemos enumerar algunos pasos que pueden ser útiles para resolverla, teniendo en cuenta siempre la misma premisa: “No obtendremos resultados distintos si siempre hacemos lo mismo”
- Identificar la crisis: no todos los problemas requieren de nuestra atención, hay situaciones que deben corregirse por sí mismas, o deben hacerlo los empleados; si bien la empresa es nuestra, no todos los problemas son nuestros, y si un empleado no puede solucionar los problemas que le atañen, eso significa que podemos prescindir de él y contratar a alguien que sí pueda lidiar con los problemas. En este caso, nuestra atención debe estar dirigida a quien debe solucionar la crisis y no a la crisis en sí.
- Identificar el origen de la crisis: si es repentino o reiterado. En el primer caso, debemos limpiar la paja del trigo. En época de crisis sentimos que todo está mal, que no hay salida y que todo nos agobia, es importante identificar cuál es realmente el problema para poder solucionarlo y no echar culpas a todos lados o culpar al país, a las medidas económicas, etcétera. El objetivo final es identificar el problema y solucionarlo. Y en el segundo caso, hay que observar a los actores de la crisis. El primer instinto es el de supervivencia, si tenemos un empleado que soluciona los problemas recurrentes, su instinto de supervivencia lo llevará a no solucionar los problemas al 100% para no perder su puesto. Es por eso que es necesario tener otras miradas del mismo problema.
- Formar un equipo o comité de crisis: es muy difícil solucionar todo nosotros solos, y no caer en el error de hacer siempre lo mismo, es muy útil convocar a otras personas, estén o no en el tema para poder analizar la crisis. Buscando soluciones creativas a problemas recurrentes, por eso es importante convocar a distintas personas para que nos ayuden a buscar soluciones.
- La Regla del décimo hombre: es una herramienta útil para el funcionamiento del comité de crisis, es una táctica del sentido común que indica que siempre que nueve personas estén de acuerdo en que algo es cierto, una décima persona debe defender la tesis contraria (incluso si no está de acuerdo con ella) para estar preparados ante una eventualidad o tesis improbable.
- Una vez identificado el problema, y solucionado, debemos concentrarnos en dejar sentadas las bases para que eso no vuelva a ocurrir, o evidenciar las condiciones de lo ocurrido y la manera de solucionarlo a modo de jurisprudencia para futuras crisis.
Comparto un ejemplo de manejo de crisis que me contó un amigo hace un tiempo, cuando él comenzó un nuevo trabajo; se encontró con que una de las máquinas principales estaba parada, se había roto un componente que era importado y como las importaciones estaban cerradas no podían conseguirlo. Al ser una persona nueva en la empresa, su visión ayudo mucho en la solución del problema, resulta que ese componente era de recambio permanente, pero a su vez era muy caro y por eso solo se compraban cuando había que reemplazarlo, pero en esta oportunidad no se pudo hacer la importación, ocasionando que la maquina se encontrará parada por más de dos meses. Dada esta situación, la solución inmediata a este problema fue que uno de los ejecutivos de la empresa viajara al país de origen y trajera dos repuestos en su equipaje; y por otro lado quedó plasmado en el procedimiento de la empresa que siempre debe haber una pieza extra, por tratarse de un componente crítico de la máquina. De esta manera, tanto el personal de mantenimiento como el de compras sabe qué debe hacer la gestión de compra cuando el stock sea igual a uno.
Por último sabremos que si una crisis es algo recurrente debemos pensar en qué estamos haciendo mal, no es posible que siempre tropecemos con la misma piedra, debemos entender que el universo o el mercado nos está diciendo algo, que debemos hacer un cambio profundo o radical en nuestra forma de hacer…. O aceptar que ése es nuestro destino y seguir lidiando con la misma crisis una y otra vez. Por otro lado, si es algo nuevo o inesperado, también debemos pensar en qué enseñanza nos deja esa situación, qué desafíos nos propone y cómo nos prepara para el futuro. Por ejemplo, el COVID dejó la modernización de las actividades, cosas que antes eran impensables hoy se hacen vía web o por home office. Crisis es oportunidad.