Egipto y Grecia fueron pueblos milenarios que dejaron su huella a lo largo de la historia. Y justamente, en el país de las pirámides, científicos encontraron una puerta a un templo ptolemaico a orillas del Nilo.
El hallazgo en Athribis estuvo marcado por la impresionante entrada a un antiguo templo, que ha revelado un pilono de 45 metros de ancho, una estructura monumental que originalmente estaba hecha de bloques de arenisca.
Además de su gran tamaño, ha revelado una rica capa de inscripciones jeroglíficas en las paredes interiores y en los cartuchos de las entradas con información crucial sobre la identidad y el propósito del templo.
También se han desenterrado paredes talladas en alto relieve, varias salas y docenas de habitaciones, que revelan el lujo y la majestuosidad del lugar.
El sitio arqueológico de Athribis jugó un papel importante en la historia de Egipto durante la dinastía Ptolemaica, un período que comenzó tras la muerte de Alejandro Magno y la posterior división de su imperio.
Dicha civilización gobernó Egipto durante más de 300 años, de 305 a 30 a.C., y se caracterizó por una mezcla cultural única entre las tradiciones griegas y egipcias. El descubrimiento abre una nueva puerta, justamente, hacia el pasado.