La denominación de origen protegida (DOP) es un sello de calidad que reciben ciertos productos, el cual garantiza su autenticidad a la hora de ser fabricados, dada por la localización geográfica en la cual se produce, pero también por la técnica que en ese lugar específico se emplea, que va pasando de generación en generación, llegando a consolidarse como un saber propio de la región y como parte inseparable de su cultura.
En Argentina existen 4 productos que poseen esta distinción, otorgada y regulada por el ex Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca -actualmente Secretaría de Bioeconomía-, bajo las leyes N° 25.380 y N° 25.966. Este reconocimiento agrega valor al alimento, además de fortalecer los lazos con la comunidad que lo produce fomentando su desarrollo. En materia económica, los productos con sellos estatales reciben reintegros del 0,5 % en impuestos.
Salame de Tandil
Sinónimo de las sierras bonaerenses, es una combinación perfecta entre las condiciones naturales de la región, que brindan una materia prima de excelencia, con la llegada de inmigrantes italianos y españoles que aportaron sus técnicas artesanales, resguardando meticulosamente la receta adecuada (que contiene carne vacuna, de cerdo, y tocino), con una forma física que respeta el saber ancestral de los pioneros en su elaboración, y lo hace tan valorado en el mundo entero.
Chivito Criollo del Norte neuquino
Los “crianceros” de la zona norte de la provincia de Neuquén le dan el valor especial que tienen estas cías de cabra; 1500 familias de pequeños productores son las que practican la trashumancia, el pastoreo en entornos naturales, y el manejo de los rebaños con un saber arcano heredado de los Pehuenches que habitaron la zona, y le brindan características únicas que este manjar patagónico posee.
Dulce de Membrillo Rubio de San Juan
Las plantaciones de membrillo que decoran huertas y patios sanjuaninos, a lo largo del tiempo dieron el fruto con el cual las familias se autoabastecían, y aún lo siguen haciendo, del dulce característico de la región, parte de la cultura y del patrimonio provincial. El color particular, “rubio”, entre amarillo y anaranjado, su composición, y el clima de San Juan, de suelos salinos y sol radiante, le otorgan la reputación emblemática que lo distingue de los demás productos de su tipo.
Espárragos de Médano de Oro en San Juan
En un área de la provincia conocida como Médano de Oro se producen, debido a las particularidades del ambiente, entre humedales y ciénagas que dificultaron la tarea productiva, y las prácticas culturales de los colonos en su mayoría españoles que poblaron la zona, distintas variedades de espárragos -las cuales están todas incluidas en la DOP- con un sabor y una serie de características que no se encuentran en ningún otro lado.
Existe otra etiqueta que garantiza al consumidor que lo que está comprando es lo que dice ser, y esa es la de indicación geográfica (IGP), la cual marca el lugar de procedencia de un determinado producto, que por las condiciones específicas de la zona tiene características únicas. Si bien para la ley ambos sellos son idénticos, es decir el marco legislativo no cambia según se trate de uno u otro, sí existe una pequeña variación en el mencionado factor humano a la hora de la elaboración que hace tan particular y distintivos a los productos con DOP.
En Argentina, además de los 4 productos con denominación de origen, otro 8 reciben el sello de IGP. Son: Alcauciles Platenses, Salame Típico de Colonia Caroya, Cordero Patagónico, Melón de Media Agua, Yerba Mate Argentina, Kiwi de Mar y Sierras del Sudeste de Buenos Aires, Aceite de Oliva Extra de Mendoza y Miel de Azahar de Limón de Tucumán. Por último, es necesario aclarar que los vinos, y demás bebidas espirituosas tienen una legislación propia, cuyos sellos corren por cuenta del Instituto Nacional de Vitivinicultura.