El 2023 fue un año de diversos hallazgos en materia arqueológica, por tal motivo, National Geographic elaboró una lista y en ella, indicó siete de los más asombrosos descubrimientos. En esta serie de revelaciones se encuentran una ciudad maya perdida, un templo sumergido en Italia, espadas bien conservadas dentro de una cueva del Mar Muerto, una nueva cabeza de piedra gigante en Rapa Nui, dos talleres de momias en Egipto, piedras preciosas perdidas en termas romanas y un naufragio en aguas del mar de China Meridional.
1- Las espadas del Mar Muerto
En junio, un grupo de arqueólogos encontraron cuatro espadas espectacularmente bien conservadas en una cueva del desierto de Judea de entre los siglos I y III d.C., período en que la región era refugio de los rebeldes judíos al dominio romano. La Madera y el cuero suelen pudrirse con celeridad, pero el ambiente seco de la caverna actuó como protección. De esa forma, las espadas están completas con sus empuñaduras y vainas.
Las espadas fueron halladas junto a una punta de de hierro de una jabalina romana denominada pilum y trozos de madera trabajada, en una caverna al sureste de Jerusalén y cerca del Mar Muerto (Asia). Los investigadores dentro de la cueva utilizaron detectores de metales, los cuales revelaron que las espadas estaban alojadas detrás de estalactitas. Los arqueólogos se entusiasmaron con la conservación de la madera y el cuero, esto podría indicar dónde y cuándo se fabricaron las espadas.
2- Una nueva cabeza de piedra gigante en Rapa Nui
En febrero, unos voluntarios desenterraron una nueva cabeza gigante de piedra de Rapa Nui (Isla de Pascua), ubicada sobre el océano Pacífico a 3.000 kilómetros de la costa chilena. La estatua es pequeña para un “moai”: mide un poco más de metro y medio, mientras que las más de 900 que hay en la isla, llegan a los 10 metros de altura (un moai sin extraer habría medido más de 21 metros cuando se completó).
La mayoría de los moai se construyeron entre 1250 y 1500 y la población local los considera como “rostros vivientes” de sus antepasados divinizados. De este nuevo moai se sabe poco y ni siquiera a que antepasado representa. Los arqueólogos con sus herramientas intentarán conseguir más información del flamante hallazgo.
3- El descubrimiento de una ciudad maya perdida
A través de un novedoso sistema de Detección y Localizador por Láser (LIDAR) fue encontrada una ciudad maya desconocida hasta el momento en la península mexicana de Yucatán. La técnica con la que se produjo el descubrimiento necesitó de equipos aerotransportados para escanear el paisaje con miles de pulsos de luz láser por segundo, lo que reveló detalles ocultos entre árboles y otras coberturas.
Los arqueólogos que visitaron el yacimiento a pie, bautizaron a la ciudad perdida como “Ocomtún”, la palabra maya yucateca que designa sus numerosas columnas de piedra. Se cree que fue un centro importante desde aproximadamente 2500 a.C., hasta que fue abandonado cuando se derrumbó la civilización maya entre el 900 y 1000. Ocomtún posee más de 48 hectáreas y cuenta con plazas, campos de pelota, casas de élite, plataformas elevadas, altares para rituales y templos piramidales (los restos de las pirámides tiene más de 24 metros de altura).
4- Un templo sumergido en el desierto de Italia
En agosto, un equipo de arqueólogos anunció el hallazgo, cerca de Nápoles, de los restos submarino de un templo de 2.000 años de antigüedad. Se cree que fue edificado por los antiguos nabateos, que procedieron de las actuales Jordania y Arabia Saudita. Los nabateos quienes fundaron Petra, eran mercaderes del desierto que proveían a los romanos de los lujos de Oriente.
A su vez, gran parte de su comercio llegaba al puerto de Puteoli, actual Pozzuoli, a pocos kilómetros del oeste de Nápoles. El templo de la costa del puerto había quedado sumergido durante la actividad volcánica de la zona, a la vista del volcán Vesubio. Las ruinas sumergidas contaban con un altar a los dioses nabateos. Asimismo, los investigadores sugieren que el templo además de ser un centro de culto, se utilizó como “cartel publicitario” de la cultura nabatea.
5- Dos talleres de momias del antiguo Egipto
Un grupo de arqueólogos egipcios informaron en mayo, que había encontrado otros dos talleres de momificación en la necrópolis de Saqqara, aledaña a la antigua ciudad de Menfis, cerca del sur de El Cairo (capital egipcia). Los talleres pertenecen a la XXX dinastía (380 a 345 a.C.) y al período ptolemaico (305 a 30 a.C.). La práctica egipcia de la momificación para preservar un cadáver para su vida después de la muerte se remonta al 2600 a.C.
Uno de los talleres hallados, presenta lechos de piedra destinados a la preparación de los cuerpos humanos. Mientras que el otro, posee lechos más pequeños, por lo que los investigadores piensan que se usaron para momificar animales. En ellos, se encontraron instrumentos para la momificación, jarras de arcilla para las vísceras y recipientes para los órganos embalsamados. También se descubrió suministros de natrón, que es un tipo de ceniza de sosa, que proviene de los lechos de lagos secos en el desierto, era un ingrediente clave para el embalsamamiento.
6- Piedras preciosas perdidas en termas romanas
En junio, un equipo de arqueólogos informó sobre el hallazgo de decenas de piedras preciosas talladas, que fueron encontradas en Carlisle (Inglaterra), entre las ruinas de un antiguo sistema de desagüe que transportaba el agua de los baños públicos en los siglos III y IV. Se piensa que las gemas eran joyas que llevaban los bañistas adinerados, que cayeron a los desagües cuando sus engarces se aflojaron por el calor y la humedad de los baños.
Estas gemas incluyen piedras semipreciosas de ágata, jaspe, amatista y cornalina. Algunas de estas talladas con imágenes de dioses romanos, mientras que otras con figuras de animales como conejos y aves. Este tipo de piedras preciosas talladas eran llamadas intaglios, los romanos las usaban como un tipo de firma, a menudo presionado en arcilla o cera para generar un sello. Los antiguos desagües se ubicaron bajo un pabellón que pertenece al Críquet Club de Carlisle, ya que la ciudad era un centro regional de la Britania romana denominada “Luguvalium”.
7- Un fatídico naufragios en tiempos de guerra en el Mar de China Meridional
En abril, un grupo de investigadores australianos comunicó el descubrimiento de los restos del Montevideo Maru, un buque de transporte japonés que se hundió en 1942, con más de mil prisioneros de guerra aliados a bordo. El barco llevaba tropas australianas capturadas durante la invasión japonesa de Nueva Guinea, también un contingente de marineros noruegos y más de 200 civiles capturados.
El buque se dirigía a la isla china de Hainan, ocupada por Japón, cuando fue divisado por el submarino estadounidense U.S.S. Sturgeon cerca de la costa norte de Filipinas. Sin conocer que el barco llevaba prisioneros de guerra aliados, el Sturgeon lo rastreó durante horas antes de hundirlo con torpedos. Ninguno de los capturados sobrevivió y el hundimiento fue el peor desastre marítimo de la historia australiana.
Aunque, algunos tripulantes japoneses sobrevivieron y comunicaron que algunos de los prisioneros que habían logrado subir a las balsas improvisadas entonaron una popular canción escocesa a sus compañeros fallecidos en el buque hundido.