Nuestro país recibió el fin de semana la visita de Paul McCartney, uno de los cantantes más emblemáticos y fundamentales de la historia, ya que con su talento y sabiduría creó prácticamente lo que significa ser un artista en la industria musical. Con miles de ciudadanos argentinos todavía emocionados por lo que les tocó vivir en el estadio Monumental, decidimos buscar y adentrarnos en el primer auto que tuvo el integrante de The Beatles más famoso del planeta.
Según relatan diferentes crónicas, el compositor oriundo de Liverpool, Reino Unido, es un gran fanático de los vehículos desde que era un joven que recién empezaba a demostrar sus dotes. Aprovechando la fama y el dinero que logró conseguir a lo largo de su vida, adquirió diferentes reliquias dignas de ser envidiadas.
Si bien con el correr de las décadas fue aumentando la «calidad» de lo que se compraba, McCartney empezó su colección con un Ford Consul Classic 315 verde oscuro, un modelo fabricado entre 1961 y 1963 con el objetivo de que figure en los clubes de golf, pues su tamaño no era tan grande y su velocidad máxima solo era de 125 km/h.
Aunque la rapidez con la que podía andar no era demasiada alta, Paul se las rebuscaba para pisar el acelerador sin problemas. Tal es así, que ocurrieron tres hechos en su ciudad natal que hicieron que perdiera temporalmente su carnet de conducir. La primera sucedió el 8 de marzo de 1963, donde lo multaron con 5 euros, la segunda tuvo lugar el 15 de mayo, pero lo dejaron ir con la intención de que presente sus documentos en una estación de policía, mientras que la tercera fue el 26 de agosto, donde recibió multas y citaciones en el juzgado a las que no asistió. Por este motivo, lo suspendieron durante casi un año: «Es hora de que te enseñen una lección«, le dijo el oficial que se encargó del caso.
Informando la historia del momento, un diario de la región comunicó: «James Paul McCartney, músico de 21 años de 20 Forthlin Road, Allerton, Liverpool, recibió una multa de £ 25 y se le ha prohibido conducir en Wallasey durante 12 meses después de haber admitido haber excedido el límite de velocidad a lo largo de la carretera de Seabank».
A pesar de que luego explayó su pasión consiguiendo otros increíbles modelos, como un Aston Martin DB5, una Mini Cooper S DeVille, un Rolls-Royce Corniche o una Lamborghini S2 Espada, el artista inició su camino en la fama con esta pieza estadounidense que le dejó una increíble variedad de experiencias.