Si bien los focos del espectáculo siempre están puestos en lo que hacen las personas que ponen su cara delante de una cámara, hay personalidades que suelen pasar desapercibidas en el ojo público pero que son fundamentales para que la industria artística de nuestro país crezca cada día más. Incluso, hacen tan bien su trabajo que son invitados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood para que sean parte de la organización.
El lunes 8 de julio, mientras se desarrollaba un día más en la Argentina, la entidad de Los Ángeles, California, publicó un listado oficializando el ofrecimiento a profesionales para que ingresen en sus filas como nuevos miembros, algo importante teniendo en cuenta que pueden participar como votantes en cada edición de los premios Óscar. Dentro de los cientos de nombres que revelaron, se encontraban dos argentinas: Agustina Llambí Campbell y Mónica Toschi. Esta última, dialogó con ADN+ sobre el tema y, entre otras cuestiones, repasó cómo lleva a cabo su carrera.
Mónica Toschi, reconocida junto a otras personalidades en los Premios Konex de 2021.
Aunque no especificó los motivos, la vestuarista explicó que todavía no aceptó la invitación internacional, por lo que no es formalmente una integrante de la institución. Sin embargo, expresó que no esperaba tener este reconocimiento a esta altura de su vida.
Con una trayectoria prestigiosa, en la que cosechó premios como el Konex al «Mejor vestuario de la década» por su labor entre 2011 y 2020, Toschi comentó cómo es el procedimiento que realiza cuando tiene que hacer la indumentaria en una película: «Comienzo conversando con el director, pero siempre tengo una primera idea visual de mi trabajo leyendo el guion. En nuestras charlas me concentro en percibir su mirada y entender lo que quiere», confesó.
En la misma línea, contó que una vez que pasa el «proceso de búsqueda de inspiración», cuya exploración la elabora viendo diferentes fotos, pinturas o calles, hace una «presentación de cada personaje» con dibujos o fotografías: «Una vez que acordamos con el director, comienza el trabajo con mi equipo de búsqueda de prendas, telas, realización y pruebas con los actores. Cada película tiene sus leyes y esto hace que nos adaptemos a diferentes formas de trabajo».
Nueve reinas, una de las tantas películas en las que trabajó la diseñadora de vestuario.
A pesar de la función preliminar, Mónica manifestó que la prueba de ropa con los actores, y muchas veces el azar, «hacen que las ideas previas terminen en otra cosa», pero que igualmente lo disfruta: «Esto es muy lindo para mí».
A la hora de elegir los proyectos en los que estará, la referente artística declaró que pueden ser diferentes factores los que la entusiasman, como «la directora o el director» que esté al frente o «los honorarios»: «También me importan más los guiones que me implique un desafío más original, que sean de época o no tan naturalistas», añadió.
Tras consultarle sobre los cineastas con los que le complacería colaborar en el futuro, la diseñadora de vestuario de Nueve reinas respondió que prefiere volver a trabajar con quienes se haya llevado bien en el pasado, pero que le gustaría tener una primera oportunidad con Luis Ortega, Lucrecia Martel y Lisandro Alonso, tres ejemplos claros de artistas que llevaron el cine argentino al plano internacional.
Lucrecia Martel, la cineasta con la que le gustaría trabajar en el futuro.
Pese a que prefirió no opinar sobre la actualidad que está atravesando la industria cinematográfica nacional, pues no se siente capacitada para hacer «un análisis de la situación financiera del cine actual», expresó que es «lamentable e injusta».
Finalmente, teniendo una carrera envidiable que la involucra en películas fundamentales para la cultura argentina del siglo XXI como Aniceto, de Leonardo Favio, o Argentina, 1985, de Santiago Mitre, Mónica aclaró que no sabe si es parte de la historia del cine de nuestro país, pero que espera «todavía no serlo».
