En medio de las Sierras de Calamuchita, el grupo solidario continúa en la tarea de reponer árboles nativos. Apuntan a llegar al millón y contar con un laboratorio propio que les permita producir y sembrar a gran escala un tipo de árbol que predomina en la región: el tabaquillo.
Juan Pablo Moretto y Juan Manuel Martín fueron los mentores de la idea y el grupo de 45 colaboradores fue creciendo hasta conformarse la ONG Bosques de Agua. Además, conformaron la ecoaldea “Umepay”, donde habitan 170 personas.
En esa zona rural, el vínculo de la naturaleza y el agua es muy directo. Entonces , los ecologistas aprovecharon la condición del lugar para ayudar al ecosistema: “Supimos cómo nace el agua en las Sierras Grandes de Córdoba, cómo lo hace el 80% del agua de toda la provincia, y ahí empezó el sueño de comprar un campo y convertirlo en una reserva natural para protegerlo del humano, de los animales y de los fuegos. También nos enteramos de que el ciclo del agua estaba directamente relacionado a los bosques de altura y conocimos al tabaquillo, el árbol que nace a más de 1800 metros y que antes ocupaba gran parte de las Sierras Grande de Córdoba, donde todo era bosque de esa especie, y que son los bosques más altos del mundo. En otras zonas llega hasta Perú, este es el lugar más al sur a donde nacen. Estos árboles están directamente relacionados al ciclo del agua: absorbe la lluvia y tiene la capacidad de rastrillar las nubes, es decir, de captar la humedad de las nubes y depositarla en la montaña”, explicó Moretto.
De esta manera, pusieron manos a la obra para favorecer al ciclo del agua y para ello, motorizaron la idea de restaurar los bosques. Comenzaron a lograr plantines y los sembraron a gran escala. La meta, ahora, es contar con un propio laboratorio para emular la modalidad de trabajo que se utiliza en España, donde se estudia la temperatura y humedad exacta en la que una semilla se germina.
“Ojalá en 20 años pueda estar disfrutando no sólo de los árboles, sino, como ocurren en los pocos lugares que quedan con este tipo de bosques, disfrutar de todo el paraíso que lo rodea: las cascadas, los helechos, las aves, los insectos, las mariposas…”, finalizó el sembrador solidario.