Nuestro país cuenta con una medalla más. En esta oportunidad, la Sociedad Linneana de Londres condecoró a Sandra Díaz por sus aportes en el análisis de las plantas, los distintos ambientes y los seres humanos.
Díaz recibió el premio Nobel de la Paz en 2007 junto a un grupo de ambientalistas.
Díaz se posicionó en la elite de la comunidad científica luego de haber coordinado el Informe Global de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de las Naciones Unidas. En esa oportunidad, manejó un equipo integrado por investigadores de todo el mundo para relevar el estado de salud de la biodiversidad.
En sus últimos estudios, la científica oriunda de Bel Ville se enfocó en frenar el extractivismo: “Desde hace más de 10 años me interesa avanzar en una línea interdisciplinaria, examinar la interfase entre la ecología con la sociología y la antropología. Quiero entender cómo los diferentes actores sociales encuentran diferentes significados en diversos aspectos de la biodiversidad. Y de acuerdo a esos significados, cómo la manipulan. Es lo que se conoce como modelado social del mundo biológico”, contó Díaz.
Cabe recordar que la bióloga fue destacada por la revista Nature en 2018 y actualmente es miembro de la Academia de Ciencias de Estados Unidos. Esta última distinción, que fue iniciada por el mismísimo Charles Darwin, ocupa uno de los premios más valorados para la argentina.
La cordobesa se reconoce como, una guardiana de la naturaleza.
Daniel Filmus, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, destacó la labor de la bióloga, referente en el Cocinet y la Universidad de Córdoba, en sus redes sociales: “El caso de Díaz es un ejemplo más de la calidad de nuestros científicos y científicas por todo el mundo”.
