Claudio, un herrero de Villa María, Córdoba, tenía un viejo anhelo: volar en paracaídas. El día de su cumpleaños, su mamá le cumplió el deseo. Pero eso no fue todo…
La realidad es que la espera se hizo larga. De hecho, le dijeron varias veces que el salto se suspendía por mal tiempo. Lo que en realidad ocurría es que su pareja, Romina, estaba planeando algo grande.
La mujer, en pareja con Claudio desde 2006, le pidió ayuda a una amiga y confeccionó un cartel certero: “50 años y sigo esperando, ¿te querés casar conmigo?”.
“Me mataba de la risa y me quedó resonando. Le conté a un amigo que vive en España y me dijo que lo hiciera y lo hice”, contextualizó la mujer oriunda de Santa Rosa de Calamuchita que organizó la tremenda sorpresa.
Un amor de alto vuelo. Claudio dio el sí después del salto.
Claudio tuvo un vuelo magnífico y tras tocar tierra, se topó con el mensaje de su querida mujer. Sus tres hijos, observaron emocionados el encuentro. El cumpleaños 50 tuvo de todo.
“Siempre hablábamos y era algo que no nos importaba, era estar juntos y ya”, confesó Romina, quien hizo la propuesta de casamiento con un anillo de su padre. “Claudio no entendía porque recién bajaba del paracaídas pero aceptó”, concluyó.
