Este 5 de septiembre se está llevando a cabo, en todo el planeta, la celebración correspondiente al Día Mundial del Hermano. Sí, una muy buena oportunidad para festejar con esos familiares directos que nos acompañan siempre.
Sin embargo, prácticamente nadie sabe el motivo por el que se lleva adelante esta celebración tan particular. Y lo cierto es que la misma tiene como objetivo principal homenajear a una personalidad completamente inolvidable de la historia.
Se trata de la Madre Teresa de Calcuta, la icónica monja católica que, entre otras cosas, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad de Calcuta en 1950 y que encabezó un sinfín de actos solidarios y de lucha.
La Madre Teresa de Calcuta junto al Papa Juan Pablo II.
Sin ir más lejos, esta efeméride reconoce la importancia de la solidaridad y también del compañerismo en la familia, prolongando dicho concepto de hermandad más allá de la consanguinidad para abarcar a los «hermanos del alma».
En medio de ese panorama, esta fecha tiene la misión de resaltar la pureza y la autenticidad de los sentimientos fraternales, a su vez que cuenta con un tono espiritual que se deriva directamente de la propia figura de la santa.
Cabe recordar que la Madre Teresa de Calcuta falleció el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años de edad. No es un detalle menor que la misma supo recibir el mismísimo Premio Nobel de La Paz allá por el año 1979 por su labor humanitaria.
