El encuentro se llevó a cabo en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). Se acercaron alrededor de dos mil chicos de distintas escuelas secundarias de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Discapacidad, educación, género y religión, fueron algunos temas abordados.
La premisa del evento es poder reunir a estudiantes de diferentes instituciones formales y no formales con distintas realidades geográficas, orígenes, nacionalidades y ámbitos socioculturales, religiones o creencias.
«Algo que decimos siempre es que diversidad no es que todas las personas estemos de acuerdo, sino que todas las voces sean garantizadas siempre con un piso de derechos humanos. Y este lugar es central para eso», dijo la directora Florencia Fisch.
El objetivo es «construir herramientas para la promoción de comunidades respetuosas de la diversidad y conversar sobre género, redes sociales, LGBTodio, racismo, antisemitismo, islamofobia, gordofobia, xenofobia y demás discursos de odio» y es el primero de este tipo de Latinoamérica, informaron desde la entidad.
Durante la jornada, los artistas Eli Trimarchi y Elías Locura compartieron monólogos y música desde la comedia. En este segmento, los chicos debatieron sobre los límites del humor.
En el taller «¿Cómo cambiar el mundo?», coordinado por la organización Ashoka, las y los jóvenes pensaron en problemáticas que los interpelan, de las cuales surgieron «cambio climático», «educación» y «política en jóvenes», con el objetivo de pensar en soluciones.
Tomás Teicher, coordinador de Niñez y Juventud Ashoka, culminó: «Buscamos potenciar a los adolescentes para que puedan cambiar su realidad, lo que no les gusta de su país, del mundo, del barrio o de la escuela a través de propuestas, soluciones y proyectos a cualquier escala. Tiene que ver con que los jóvenes puedan empatizar con problemáticas y tengan herramientas para crear soluciones».