Este jueves 16 de noviembre desembarcó en todos los cines una nueva entrega de Los Juegos del Hambre, una precuela que acontece 64 años antes de que Katniss Everdeen se ofreciera como ‘tributo’ del distrito 12. Hasta ahora solo se expuso una historia en la que los juegos ya están instalados, con leves referencias al pasado de Panem, el distópico país en el que transcurren los hechos. A poco menos de una década del estreno de la película que inició la saga, la autora (Suzanne Collins) publicó «Balada de pájaros cantores y serpientes», que terminaría siendo la inspiración para la producción audiovisual actual.
Al igual que la original, el elenco está plagado de talentos, ya sean experimentados o incipientes. Rachel Zegler viene de deslumbrar con la interpretación de María de West Side Story bajo la dirección de Steven Spielberg. A ella se le suman Tom Blyth, el protagonista de la serie que retrata la vida del famoso pistolero y Hunter Schafer, Jules de Euphoria. En las dos horas y media de película también participarán la pretigiosísima Viola Davis, Peter Dinklage, uno de los mejores actores de Game of Thrones y Jason Schwartzman, actor recurrente en las producciones de Wes Anderson.
El origen
En los primeros años del nuevo milenio, más precisamente en el 2008, el mundo estaba asombrado por los Juegos Olímpicos realizados en Beijing, la capital del gigante asiático, China. Unos muy pequeños Paula Pareto y Lionel Messi hacían de las suyas para ganar las preseas mientras que Barack Obama se preparaba para ganar su primera presidencia de los Estados Unidos. Crepúsculo se adueñaba de los corazones de unas cuantas adolescentes y Iron Man iniciaba el reinado de Marvel en la pantalla gigante. Para mediados de septiembre, la escritora de Connecticut lanzó un libro inspirado en el mito griego de Teseo y el Minotauro. Suzanne Collins, hija de un militar estadounidense que combatió en Vietnam y Corea, vio un espacio para ella y sus personajes en el mundo de la literatura juvenil. Tan sólo un año después, la productora Nina Jacobson leyó el libro y habló personalmente con la autora para adquirir los derechos de la obra.
La receta de una superproducción
Francis Lawrence, el director de la pieza audiovisual, se vio frente a un gran desafío: encontrar las locaciones perfectas para grabar. No hubiera sido posible lograrlo sin el trabajo del diseñador de producción Uli Hanisch, quien también hizo lo suyo en la exitosa ‘Gambito de dama’. La idea del director era una ciudad reconstruyéndose a sí misma luego de una gran guerra. Por eso decidió anexar a su equipo al productor alemán, para filmar en diferentes ubicaciones en Alemania y Polonia. El Centro del Centenario de Wroclaw, el Estadio Olímpico de Berlín, el Crematorio de Baumschulenweg y el Monumento a la Batalla de las Naciones de Leipzig son algunos de los escenarios.
Una parte imprescindible del fenómeno ‘Los Juegos del Hambre’ es la música. En los comienzos, las productoras (Color Force y Lionsgate) invirtieron en las producciones musicales de artistas como Taylor Swift, Arcade Fire, Maroon 5, Lorde y Ariana Grande. Para esta nueva ocasión, a la joven y exitosa Olivia Rodrigo le fue encargada la canción principal. Al igual que con las bandas sonoras anteriores, James Newton Howard fue quien ordenó las notas para que acompañaran a las escenas.
