Thiago Almada, el campeón que bajó para guiar a los pibes

El pibe de Fuerte Apache besó la copa en Qatar, pero no se le cayeron los anillos para ser el capitán del Sub 23 que intentará llevar a la Selección a los Juegos Olímpicos de París.

Por Cholo Sottile

Ene 26, 2024

Thiago Almada estaba planeando sus vacaciones. Y en uno de esos ratos libres, más por necesidad que por placer, decidió ir al dentista. Siempre se movía con el teléfono en la mano, una extensión del cuerpo para los chicos de su generación, aunque sin esperar ningún llamado puntual. Hasta que de pronto le llegó un mensaje de Whatsapp. «¿Estás para hablar? ¿Andás por Fuerte Apache?», fue lo primero que le dijeron. Y al instante surgió la propuesta que le iba a cambiar la vida. Cuatro palabras que definieron una historia. «¿Querés venir al Mundial?», le preguntó, sabiendo la respuesta, uno de los ayudantes de Lionel Scaloni. La Selección estaba por empezar Qatar 2022 y el entrenador debía reemplazar piezas por las lesiones del Tucu Correa y de Nico González. Por eso se comunicó Matias Mana con él. A Thiago, al cortar, le entró una electricidad especial en el cuerpo. Ilusionado, conmovido, lo primero que hizo fue una videollamada con su familia para contarles la gran noticia. Ahí miró al dentista y, apurado, se levantó del sillón. «Dale, a la vuelta terminamos el tratamiento», le devolvió con sentido común. Almada se tenía que ir con Messi a ser campeón del mundo…

La historia tiene otro hermoso guiño del destino. Un tiempo antes de esa llamada, el talento surgido de Vélez le había hecho un regalo muy especial a su papá en su día: los pasajes para ir a ver la primera fase del Mundial. Está a la vista: un final feliz y con música de violines. O de la hinchada argentina cantando el «muchachos». Pero, un año y pico después, Almada no se quedó a disfrutar de su zona de confort. Por un rato se hizo a un costado de la foto en el póster eterno. Ahora podría estar poniéndose a punto en el Atlanta United, su equipo en Estados Unidos. Quizá estudiando ofertas de afuera, porque le encantaría dar el salto a la Premier o la liga de España, sus campeonatos favoritos. Pero todavía con 22 años y con ganas/necesidad de minutos con la camiseta argentina, asumió el desafío de ser el capitán de la Selección Sub 23 de Mascherano que intentará clasificarse a los Juegos Olímpicos de París. No se le cayó ningún anillo por ser parte de los 26 campeones del mundo. Con Dibu Martínez en la Mayor o Leandro Brey en la Juvenil, el chico de Boca que se señala como el arquero del futuro desde que explotó en Los Andes, Almada gambetea hacia adelante. El compañero más famoso hoy es Valentín Barco, el zurdo que levantó a la Bombonera en 2023 y acaba de ser transferido al Brighton ejecutando la cláusula de 10 millones de dólares. Con el Colo se dio un hecho muy particular en el segundo partido del preolímpico, contra Perú. A Barco le hicieron un penal después de un hermoso enganche y, repleto de personalidad, agarró la pelota para patear. Almada fue, se la sacó y metió el 1-0. Asumió la responsabilidad del líder. Después, con la 10 con las tres estrellitas, Thiago asistió a Gondou para liberar tensiones.

Hay un halo de tensión fuerte alrededor de la Selección Sub 23. No es menor, entonces, ser el capitán de Mascherano. El entrenador tiene que superar el karma de sus primeras actuaciones fallidas en el banco. Ahí aparece otra vez Almada, el pibe que empezó a gambetear patadas picantes en los potreros de Fuerte Apache. Ahí se curtió, como en otros tiempos le pasó a Tevez, el ídolo de Boca que surgió del mismo barrio con hambre de gloria. Allí se da un punto de contacto con Carlitos, un referente también de los tiempos Juveniles de José Pekerman DT. Alguna vez compartieron canchita. Como varias veces Thiago se sentó a la mesa de los famosos asados de Juan Román Riquelme, quien se desvive por su pique corto y gambeta desde los tiempos que la rompía en Vélez. En Liniers, justamente, se hizo conocido y hasta más profesional. «Heinze fue el entrenador que más me marcó. Fue el que mejor me hizo ver cómo se vive el fútbol adentro y afuera de la cancha», ha reconocido el pibe. Aunque en su momento intentó jugar en Boca: fue a fichar y en ese instante le descubrieron un pequeño soplo en el corazón. Nada de eso lo perjudicó en su desarrollo. Hoy tiene un comedor para chicos necesitados, una gran obra que la manejan entre tíos y amigos. «Era mi sueño. Porque con mi hermano íbamos siempre a un comedor a merendar. Y yo siempre quise hacer eso para los chicos de mi barrio«. Y en la cancha, el campeón del mundo lleva de la mano a los pibes del Sub 23…

Cholo Sottile

Cholo Sottile es periodista deportivo con 30 años en los medios. Actualmente es columnista en F90 y Equipo F, por ESPN. Su carrera arrancó en la grafica, en Clarín Deportes. Y trabajó más de 20 años en Olé, donde inició la aventura del primer diario deportivo de la Argentina. Cubrió 5 Mundiales entre cientos de eventos, donde realizó recordadas entrevistas con Maradona, Messi y los grandes personajes del mundo del fútbol. Escribió el primer libro en el país del capitán de la Selección: “Messi, el distinto”.

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