Un increíble proyecto científico se está llevando a cabo en Chile desde finales de enero de este año gracias a un grupo de investigadores chilenos y un británico, quienes atravesaron Tierra del Fuego hasta el sur de su país para investigar las profundidades del océano mediante una innovadora idea.
Como es casi imposible conocer el fondo del mar, los especialistas decidieron colocarles satélites a seis elefantes marinos para seguirlos en sus travesías marítimas. De esta manera, podrán estudiar parte del ecosistema con uno de los animales que más se sumergen en el mundo.
Los elefantes marinos pueden sumergirse en la profundidad del océano entre 500 y 1000 metros.
En una entrevista con El País, la ecóloga marina de la Universidad de Valparaíso, Maritza Sepúlveda, explicó que tuvieron que captar a los elefantes que ya habían cambiado de piel, ya que eso indica que retomarán su actividad por el mar. Sin embargo, debieron asegurarse que no sean de gran tamaño ni que esté por subir la marea, pues hubiese significado un acto riesgoso para realizar.
Asimismo, tuvieron que seguir un protocolo para cuidarlos de la gripe aviar, la principal amenaza que sufrió la especie en los últimos años, y debieron tener cuidado a la hora de anestesiarlos porque les puede producir apnea: «El trabajo fue en todo momento en pos del bienestar de la foca, que fue lo más importante. No tuvimos ningún problema con los animales«, comentó
Al momento de seleccionar, los científicos decidieron colocarle el aparato a tres ejemplares machos y tres hembras. Además de intentar averiguar sobre el océano, esperan conocer lo máximo posible sobre los propios mamíferos.
Gracias a estos estudios podrán informarse sobre los elefantes marinos y el ecosistema chileno.
Si bien esperan que los elefantes transmitan sus viajes durante nueve meses, ya pudieron ir recolectando algunas informaciones más que importantes: «Ya nos están diciendo que están viajando, desplazándose por la zona que nos interesa y empezando a conectar los datos de fluorometría, temperatura y salinidad«, confirmó.
En cuanto a las zonas de investigación, la ecóloga reveló que quieren conocer más sobre la corriente del Cabo de Hornos, ya que «ha sido poco estudiada y casi no se conocen parámetros oceanográficos básicos como cambios de temperatura, salinidad y clorofila».
Además, aspiran a recibir nuevas noticias sobre el Fiordo Almirantazgo para completar los estudios que realizó el Comité Oceanográfico Nacional de la mano de la Armada de Chile: «Estamos haciendo dos grandes investigaciones dentro de una. Es bien original«, completó.
