Pata Pila, la organización que combate la desnutrición en el norte del país

Con Diego Bustamante a la cabeza, la ONG brinda ayuda a varias comunidades del norte del país, Mendoza y Entre Ríos. Desde el 2015, están presentes ante las principales problemáticas de los sectores afectados por la pobreza.

Por Jonatan Pedernera

Mar 14, 2023

Hay cuestiones que no entienden de tiempo. Y más, si la movilización parte desde el corazón. Eso le pasó a Diego, a  los 30 años decidió dejar todo y se instaló en Santiago del Estero. Allí lidió con las situaciones extremas y alarmantes de distintas poblaciones. En su afán solidario, se instaló en Salta y motorizado por las distintas flaquezas estructurales y la desnutrición, una de las crudezas más impactantes, dio el puntapié a Pata Pila.

Y para entender sobre el engranaje de una organización que está presente  en cada rincón que es agobiado por las necesidades, hablamos con el protagonista, que dejó su trabajo de técnico agropecuario en Gualeguay para adentrarse en una comunidad del Norte.

Pata pila cuenta con varios profesionales que se sumaron a la causa solidaria.

 

-¿En qué momento te decidiste por emprender el proyecto para ayudar?

-Fue algo que se fue gestando de a poco. Desde muy chico sentí algo y cuando salí de la burbuja comencé con varios actos. Mucho tuvo que ver la Iglesia y el relacionarme con gente afectada a la pobreza. Ahí comencé con las actividades, como visitar gente en la Plaza Once, ir a cotolengos, comisarías, etc. Empecé a rotar y en ese momento me pregunté en qué iba a invertir mi tiempo y mi vida, entonces me di cuenta que la versión que más feliz me hacía era entregarme por una causa. Y bueno, en el Norte se terminó de moldear el desafío, el encuentro con las comunidades originarias fue fundamental. En 2014 rompí, me fui a vivir a Santiago y al año siguiente comencé con este proyecto en Salta. Los hermanos franciscanos me prestaron una casita en la comunidad guaraní y ahí dimos el puntapié.

-¿En qué situación está el mapa de urgencias en nuestros país?

-El Norte sigue manifestando muchas necesidades. Hay una deuda histórica en cuanto a materia de acompañamiento y tiene que ver con la infraestructura, el acceso al agua, la salud y cosas básicas. Hay muchas familias que viven muy postergadas al sistema: gente que tiene que enterrar un hijo porque no lo puede hacer atender en un hospital y poblaciones que toman agua de la cañada o lluvia. Viven en constante vulnerabilidad, conviviendo entre inundaciones y sequías.

Bustamante es tutor de 7 hermanos de una familia de Santiago.

-¿La desnutrición es la problemática concreta más grave?

-Sin dudas. La desnutrición hizo que la gente se vea afectada en sus capacidades y nosotros focalizamos en solucionar ese problema. Apuntamos a los niños de 5 años, para que no tengan un impacto irreversible. En torno a este tema, tratamos de nivelar arriba en lo social. Cada comunidad, depende de donde está ubicada, tiene un abordaje distinto.

-¿Cómo se organizan para dar pelea ante las necesidades?

-Nuestros equipos trabajan con la gente. Vivimos ahí y estamos acompañando de manera profesional. Tenemos equipos interdisciplinarios formados por nutricionistas, médicos, psicopedagogas, agentes de la salud, maestros de oficios, maestros jardineras, psicólogas y muchos más. Trabajamos con los municipios, con los hospitales y con otros organismos de la región. A través de nuestra acción intentamos traccionar al resto de los organismos. Mediante nuestra web, sumamos voluntarios constantemente, como así también todo tipo de donaciones.

-¿La gente brinda más ayuda en tiempo de crisis?

– Sí, siempre en tiempo de crisis la gente tiende a colaborar, tiene que ver con ponerse en el lugar del otro. En estos lapsos, las personas dan una respuesta más generosa.  De todas formas, creo que, en general, todos los seres humanos tenemos una fibra con la solidaridad.

-¿Qué sienten cuando una comunidad se reactiva a partir de las donaciones?

-Y es muy importante y nos llena de satisfacción. Hay chicos que atendimos hace 8 años y hoy los vemos en la escuela. También ocurre con las madres, que no sabían que hacer y de repente montaron un emprendimiento. Como repito, el Norte es inabarcable para una ONG, pero nos llena de alegría  cuando vemos que un niño tiene un DNI, que un chico consigue una pensión por discapacidad, el acceso a los remedios, etc. Nuestro desafío es seguir construyendo oportunidades para la transformación de la región y todas las zonas de las comunidades.

Números solidarios

Pata Pila abarca a 74 comunidades. En total, cuenta con 1353 niños en todo el programa y más de 1.000 madres son asistidas. En total, ya se recorrieron 200.000 kilómetros, entre todo el norte, Mendoza y Entre Ríos.

Jonatan Pedernera

Periodista deportivo egresado en Crónica. Trabajó en el mismo diario, Clarín y Olé, donde estuvo durante 10 años y entrevistó a Diego Maradona en dos oportunidades. Además, colaboró en el Departamento de Prensa del Club Huracán. En otra faceta es músico: escribió algunos artículos sobre bandas nacionales y de Centroamérica y fundó la revista digital Oye. Actualmente se desempeña en la redacción del diario El Ciudadano.

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