Si bien lleva 25 años en lo suyo, siempre cuenta que sigue formándose, como el primer día. Claro, habla de lo suyo porque mientras era una arquitecta consagrada decidió integrarse al cuerpo de Bomberos. Pasaron 25 años y Claudia Baremboim continúa firme en un trabajo que se preparó para recibir a varias mujeres.
La mujer se anotó luego de ver una publicidad. Primero estuvo en el área técnica y con el correr de los años se fueron desplegando más sectores y ahí se puso el overol.
Fue una de las primeras mujeres en ser jefa de una estación de bomberos en la región porteña en Villa Lugano y como directora tiene bajo control a la Zona 1, que aglomera cuatro estaciones de bomberos y dos destacamentos. “Lo que más me gusta de este trabajo es que todos los días tengo un desafío distinto, es algo dinámico, no siempre te encontrás con lo mismo. Eso te hace crecer: estudiar, capacitarte, actualización constante con nuevos materiales, el entrenamiento físico”, remarcó.
Y respecto a su oficio, expresó: “Es un trabajo que está muy bien reconocido por la gente. Para la sociedad somos héroes. Te das cuenta cuando pasan por la puerta de la estación. Lo vivimos todo el día. Se quedan mirando, los chicos quieren subir a la unidad, nos saludan todo el tiempo”.
“Soy bombero y estoy orgullosa de serlo -acredita-. Lo recomiendo: que todos aquellos que tengan sueños de ser bomberos, lo intenten. Es una profesión que te da mucha satisfacción personal y el reconocimiento de la propia familia”, resumió Claudia, mamá de dos hijos -de 20 y 27 años-, quien pasó gran parte de su vida entre cuarteles y sirenas.