El plantel de Boca arribó a Río de Janeiro este miércoles en el ocaso del sol para jugar la soñada final de la Copa Libertadores contra Fluminense, a disputarse este sábado en el Maracaná, a partir de las 17. Con cánticos y un ambiente relajado, el vuelo charter aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Galeão minutos antes de las 18:30 de Buenos Aires. Tanto los 30 futbolistas convocados como el cuerpo técnico, liderado por Jorge Almirón, y el Consejo de Fútbol completo, con la presencia por primera vez en dos años de Raúl Cascini y Marcelo Delgado, quiene ya cumplieron la sanción de la Conmebol por los incidentes ante Atlético Mineiro en 2021.
Tras los trámites migratorios, la delegación partió del aeropuerto de Río a las 19:35 para dirigirse al hotel Hilton Barra, que será su base de preparación en el zona de Barra de Tijuca. En Brasil, el equipo se entrenará en el predio de Vasco da Gama este jueves y viernes por la mañana, generando controversia debido a su cercanía de 600 metros al lugar de práctica el Fluminense.
Rodeados y motivados por miles de hinchas de Boca que llenaron las calles y las playas cariocas desde hace días, el cuerpo técnico tiene previsto un reconocimiento del campo de juego del Maracaná este viernes por la tarde. Además, ese mismo día se espera una conferencia de prensa del entrenador y, posiblemente, con la presencia de un jugador.
Quedan pocas horas para la tan ansiada final por la Séptima y los fanas de Boca siguen llegando en avión, en autos, en micros y hasta caminando para ser testigos de este momento histórico para uno de los clubes más importantes de Argentina y de Sudamérica que anhela volver a levantar el trofeo más preciado que no consigue desde el 2007, cuando justamente dio la vuelta olímpica en Brasil, al vencer a Gremio en Porto Alegre, como ya lo había hecho en el 2000 ante Palmeiras en San Pablo.
