Boston Celtics vs Dallas Mavericks: una final repleta de talento

Comienza la definición de la NBA y Julio Lamas, el histórico entrenador argentino, es nuestro columnista invitado para analizar un cruce que promete: "Los Mavericks todavía no tocaron su techo y tienen a Doncic. A Boston, en su segunda final en tres años, sólo le sirve ganar".

Por Julio Lamas

Jun 5, 2024

Este jueves 6, a las 21.30, comenzarán las finales de la NBA, la mejor liga de básquetbol del mundo. Durante la presente temporada superó las mil millones de visualizaciones alrededor del mundo en todas sus plataformas y en ella juegan 125 basquetbolistas extranjeros que provienen de 40 países distintos. Los protagonistas serán los Boston Celtics, una franquicia histórica que busca su título número 18 y de este modo convertirse en la más ganadora de la liga (puesto que hoy comparte con Los Angeles Lakers) y los Dallas Mavericks, que buscan su segundo título en la que será su tercera participación en las finales de la NBA en toda su historia.

¿Cómo llega cada uno?

Los Celtics llegan a las finales por segunda vez en tres años (cayeron ante los Warriors de Stephen Curry en 2022) y a esta altura del proceso, solamente les sirve ganar. Son el candidato desde el inicio, han dominado la liga a lo largo de la temporada regular, alcanzando el mejor récord (64-18); imponiendo condiciones desde el lanzamiento de tres puntos: son el equipo que  más triples convierten (16,5 por partido), el que más intenta (42.5) y tiene a 8 jugadores tirando por encima del 35% desde la línea de tres puntos.

Esta alta efectividad tiene un impacto que va más allá del tanteador: termina siendo determinante en la dinámica ofensiva del equipo al generar mucho espacio para que sus dos estrellas, Jayson Tatum y Jaylen Brown, exploten en el uno contra uno. En esto tiene mucho que ver  Brad Stevens, el General Manager de Los Celtics, quien ocupa ese rol desde 2021, tras ocho temporadas como entrenador del equipo. Stevens interpretó a la perfección las necesidades de sus dos estrellas y juntó el talento necesario para complementarlos, sumando jugadores como Jrue Holiday y Kristaps Porzingis, que le aportaron defensa y altura al plantel.

Otro acierto de Stevens fue apostar por Joe Mazzulla, quien con 35 años igualó el récord de ser el entrenador más joven en alcanzar las finales junto a la leyenda verde Bill Russell. Mazzulla supo tomar lo mejor de sus predecesores -el propio Stevens e Ime Udoka- para estar nuevamente compitiendo por el título, sueño que persiguen los Celtics desde su última consagración en 2008.

Si Boston llega a las finales por su constancia, los Mavericks lo hacen por otra virtud fundamental en el alto rendimiento: la capacidad de cambiar y adaptarse. Tras no clasificarse a la postemporada la pasada campaña, y con un comienzo irregular en la presente 23-24, Nico Harrison, el GM de los Mavs, hizo traspasos en la plantilla, incorporando a jugadores claves para convertirse en contendientes como PJ Washington y Daniel Gafford. Harrison proviene de la industria deportiva, pero no desde el baloncesto, sino desde la indumentaria. Su anterior trabajo fue el de vicepresidente de Nike Basketball y Jordan Sports Market, donde supervisaba a los representantes de los jugadores de la NBA dentro la firma. Sin embargo supo rodearse bien, incorporando a su staff personal de las operaciones de baloncesto provenientes de Utah Jazz y escuchando a su coach, el ex base all-star y campeón como jugador en Dallas, Jason Kidd.

Kidd lleva décadas en la liga: como jugador, como entrenador en jefe y como entrenador asistente, lugar que ocupó en Los Angeles Lakers, con quienes consiguió el título en la 19-20. Desde que se conformó la actual plantilla en el cierre de traspasos -el 8 de febrero-, los Mavs no han parado de crecer en ambos costados de la cancha.

Doncic es el principal motor, sus habilidades ofensivas como finalizador son superlativas, atacando el aro, en el juego de media distancia o con el tiro desde lejos. Además la combinación de tamaño y su lectura de juego, le permite asistir a sus compañeros como pocos en el mundo, su estilo recuerda al de LeBron James o al propio Magic Johnson. Palabras mayores.

Está llamado a ser el mejor jugador extranjero de la historia. Conseguir el título sería empezar a cumplir con ese llamado del destino. Por otro lado Kyrie Irving es probablemente el finalizador más capaz en la pintura, pese a no alcanzar lo 1,90 mts de altura, sus cambios de velocidad y los ángulos desde los cuales es capaz de definir. Entre los dos guardias, generan juego para los jugadores de rol de Dallas, que llegan encendidos a las finales.

Las claves de la final de la NBA

Los Mavericks, al parecer, todavía no tocaron su techo y llegan a la final con todo el momentum a favor. Lo que pueda generar Doncic, principalmente, e Irving desde el 1vs1 y el Pick and Roll determinará su destino en las finales.

Del lado de Boston, su efectividad desde los tres puntos, el nivel de Tatum en los aclarados y lo que produzca Jaylen Brown, maestro del ataque rápido, serán las claves para alcanzar el tan ansiado anillo 18.

Sobre el autor: Julio Lamas es entrenador de básquet, dirigió a la Selección Argentina y actualmente comenta la NBA en ESPN.

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