Actriz, cantante, bailarina clásica, artista, intérprete de canto, piano y flauta; y actualmente en la licenciatura de canto lírico de la UNA (Universidad Nacional de las Artes). ¿Algo más? Evidentemente, Aimé Constantini sabe lo que quiere, y va por ello pase lo que pase. Se preparó toda su vida para cumplir el sueño de «actuar en una película» o «brillar sobre el escenario». Hace pocos meses, ganó un beca para estudiar en Los Ángeles en busca de su objetivo central, pero la falta de fondos la llevó a cantar ópera en el tren Mitre para poder financiar su sueño.
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“Toda mi vida quise ser una actriz de Hollywood, y no me quedé solo con la idea, no es un sueño etéreo, es algo por lo que me esforcé siempre. Estudié mucho, nunca tuve vida social, no tengo amigos y todo fue para tener todas las oportunidades, para ver dónde la ‘pegaba’ (que hasta ahora fue con el canto) para ahorrar plata para cumplir mi sueño”, explica Aimé Costantini en una entrevista televisiva.
La carta que le envió la prestigiosa American Academy of Dramatic Arts, con una beca del 25%. Sin embargo, carece de los fondos necesarios para cubrir los dos años de estudio.
Hace unos meses, audicionó para ingresar en la American Academy of Dramatic Arts y quedó elegida. Más allá de que le otorgaron una beca de 25%, que es el máximo que otorgan, es imposible para ella juntar el resto. “Es una escuela de actuación que queda en Los Ángeles de ahí salieron Danny DeVito, Anne Hathaway y muchos otros actores y actrices». Para cubrir el resto, Aimé necesita 27.000 dólares. A pesar de este desafío, la actriz no se desanima. “Con poder estar un año al menos yo me conformaría, porque confío en que podría conseguir los contactos para seguir mi sueño”, afirmó.
Durante los viajes que realiza en el Tren Mitre para recaudar fondos, Aimé canta ópera y la gente escucha asombrada.
Durante los viajes que realiza en el Tren Mitre, Aimé canta y las personas le prestan atención, muchas se le acercan para decirle que nunca habían escuchado ópera en sus vidas. “Tengo la ventaja con respecto al resto de los artistas de que yo tengo a todo el público: la gente con poca plata me deja porque le parece increíble lo que hago, los de clase alta me dejan porque me dicen que ‘hago música de verdad’”. La artista reconoce que la plata que gana solo le alcanza para vivir y que por eso es que siente un dolor muy grande por saber que más allá de los esfuerzos que haga, sin ayuda, no podrá juntar la plata para pagar la cuota de dos mil dólares por mes de la academia de arte dramático en Los Ángeles.
