Luis Pérez es “Pipo” para todo el pueblo de Monte. Ahí lo van a ver, entrenando de alpargatas, para la gran carrera de Trail Running que se va a realizar a partir del primero de diciembre en Villa La Angostura, Neuquén. Para costear la inscripción, el hombre de 61 años que vive en la ciudad de la laguna sale a vender pan casero a la vera de la ruta 3.
Pérez no afloja de cara a los 100 kilómetros de la competencia más dura del año. Serán tres días en senderos de montaña, con arroyos, cruces y bosques. Es por eso que se mantiene en ritmo con distintas pruebas en toda la provincia de Buenos Aires: “Vengo de correr en un pueblo que se llama Abbot y salí primero en un terreno de tierra en medio del campo”, inició “Pipo”.

«Pipo», de cara a un nuevo entrenamiento, en la entrada de su pueblo y a metros de su puestito de venta de pan. Fotos: Monte24.
“Estoy mentalizado los 365 días del año. Soy un soldado que está preparado para cualquier piso. Si sale una de 75K, de 25K o lo que sea, ya estoy listo. Después manejo mi ritmo”, contó, confiado, el hombre que también es sereno en una playa de camiones.
“Tengo varias competencias durante el año, en Las Flores y la vuelta del lago en Epecuén. Pero sin dudas, El Cruce es la más esperada”, destacó el muchacho que llama la atención por su calzado. “Ya me acostumbré, la única vez que usé zapatillas, me ampollé”, reconoció.

El corredor se acostumbró a competir en alpargatas: «Cuando usé zapatillas me ampollé», dijo.

Pérez, firme junto a su puesto callejero en la ruta 3. Amasa él mismo.
Y además, comentó como sobrelleva el día a día: “Para recaudar dinero para mis carreras tengo mi puesto de tortas fritas y pan casero. Como yo trabajo de sereno, me acuesto a la 1, me levanto a las 4 de la mañana para amasar y 7.30 ya estoy firme en la ruta 3. Después, me voy a correr”.