Expertos en procesos de infancias señalaron que potenciar el aburrimiento productivo ayuda al desarrollo de la creatividad y la autonomía de los niños y niñas, además de ser una herramienta clave para el desarrollo de su salud mental y emocional.
El valor del aburrimiento
A primera vista, el aburrimiento puede parecer algo negativo que debe evitarse a toda costa.
Muchos padres, madres o docentes se sienten presionados a mantener a las infancias constantemente ocupadas para asegurar que estén aprendiendo y desarrollándose.
Sin embargo, el aburrimiento tiene un valor intrínseco en el desarrollo infantil.
Cuando los niños se aburren, se les brinda la oportunidad de crear habilidades importantes como la autonomía, la resolución de problemas y la creatividad.
El aburrimiento permite a las infancias tiempo y espacio para pensar, reflexionar y encontrar maneras de entretenerse por sí mismos.
En lugar de depender de estímulos externos constantes, aprenden a generar sus propias ideas y actividades.
La falta de estructura también les enseña a gestionar su tiempo y a tomar decisiones independientes sobre cómo emplearlo.
Crear espacios de tiempo libre
Establecer momentos específicos durante la semana en los que los niños no tengan ninguna actividad planificada.
Este tiempo libre puede ser utilizado para que las y los niños jueguen, lean, dibujen o simplemente piensen.
El aburrimiento no es algo que deba ser evitado a toda costa. Al contrario, es una parte esencial del desarrollo infantil que puede fomentar la creatividad, la independencia y la capacidad de resolución de problemas.
Al reducir la sobrecarga de actividades extracurriculares y fomentar la exploración y el tiempo libre no estructurado, los padres y docentes pueden ayudar a los niños a desarrollar un sentido más profundo de sí mismos y del mundo que les rodea.
Fuente: Red Educa
