El reencuentro de un padre y su hijo que se hizo viral en la cancha de Talleres

El club cordobés posteó en sus redes sociales el instante en que se volvieron a ver el hincha Andrés Maldonado y su hijo Santiago, quien lo sorprendió en la platea del Kempes, tras un año de ausencia por cuestiones laborales. El video enseguida se viralizó.

Por Maximiliano Duarte

Feb 7, 2024

«Tantos festejos, resigné. Tantos amigos, extrañé. Tantos domingos muy lejos de mi familia. Tantas almohadas, conocí. Tantas canciones me aprendí. Que los recuerdos me parecen de otras vidas. Siempre voy detrás de lo que siento. Cada tanto muero y aquí estoy».

Cuántas historias caben en un estadio de fútbol. Un partido que parecía uno más, con un Talleres envalentonado con una actualidad promisoria y un 4 a 1 a Rosario Central que le daba la razón a los más optimistas. Y un encuentro en la platea del Mario Alberto Kempes, tan importante como la victoria de la T, que se viralizó en las últimas horas y emocionó a más de uno. El equipo cordobés posteó en sus redes una historia conmovedora: el reencuentro de Andrés Maldonado, hincha fanático del Matador, y su hijo Sebastián, quien lo sorprendió en plena cancha tras un año de ausencia por cuestiones laborales. Las lágrimas de un momento inolvidable.

Jamás penso Andrés que ese partido ante Rosario iba a ser tan especial. Se sentó en la tribuna Ardiles como todos los domingos y reservó ese rincón que ya le pertenece y que hasta hace un año compartía con su hijo Sebastián. Claro, el joven talento de 33 años, ingeniero en telecomunicaciones y del albiazul como toda la familia, debió partir hace 12 meses hacia la ciudad de Stavanger, Rogaland, en el país nórdico de Noruega por un nuevo desafío laboral.

Todo transcurría como en cualquier jornada, pero esta vez, iba a ocurrir algo muy especial. Sebastián decidió volver a Córdoba por un ratito para vivir en el Kempes una sorpresa increíble. El hijo decidió sorprender a su papá y en la previa del partido le preguntó si la butaca estaba ocupada. Andrés al principio no se dio cuenta de la situación y hasta utilizó su gorra para mostrar que ese asiento no podía ser ocupado. Cuando lo reconoció, la emoción fue la protagonista absoluta de la tarde:

-No me reconociste, culiao
-¡No te imaginaba acá!
-Llegué esta mañana y te quise dar la sorpresa

«Cuántos lo tuvimos ahí sentados y hoy ya no están!!! Te extraño siempre, viejo», reaccionó  un hincha al post, con un nudo en la garganta, en un sentimiento que nos atañe a todos. Ah, y encima trajo suerte Sebastián con 4 goles en una tarde llena de fútbol y emoción. Porque ambas palabras son sinónimo.

 

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