Por su obra, por sus creaciones y por su vida cargada de misterio, Carlos Alberto Solari es considerado una de las figuras icónicas de la música argentina. Junto al guitarrista Skay Bellinson dejó una marca imborrable en el rock de nuestro país que todavía perdura. El Indio está de festejo y hoy cumple 75 años.
Si bien nació en Paraná, Entre Ríos, el músico se crió en La Plata, donde comenzó a deambular en el ambiente del rock under y ahí comenzó a escribir sus primeras canciones.
En 1976 formó “Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota“, banda que el cantante y compositor comandó junto Skay Beilinson y la “Negra” Poli, irrumpiendo en la escena rockera. La banda sacó los discos: “Gulp!” (1985), “Oktubre” (1986), “Un baión para el ojo idiota” (1988), “¡Bang! ¡Bang!… Estás liquidado” (1989), “La mosca y la sopa” (1991), “Lobo suelto/Cordero atado” (1993), “Luzbelito” (1996), “Último bondi a Finisterre” (1998) y “Momo Sampler” (2000).
Gracias a su prosa, la banda alcanzó popularidad rápidamente y se convirtió en un fenómeno social. Tras recorrer todo el circuito rockero, Los Redondos irrumpieron en los grandes estadios y de esa manera recorrieron todo el país. Sus shows masivos fueron la bandera de un grupo que acompañó a varias generaciones.
Tras la separación en 2001, el Indio fundó su primera banda solista: “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado“. Con su nuevo grupo, Solari editó cinco discos de estudio: “El tesoro de los inocentes” (2004), “Porco Rex” (2007), “El perfume de la tempestad” (2010) y “Pajaritos, bravos muchachitos” (2013), y “El ruiseñor, el amor y la muerte” (2018). En el último show en Olavarría, el músico reunió a 400.000 personas que colapsaron la ciudad.
Debido a sus problemas de salud provocados por el Mal de Parkinson, tal como reconoció en 2016, decidió alejarse de los escenarios pero sigue presente con su banda con recitales virtuales. De hecho, cada tanto irrumpe con entrevistas interactivas y tal como lo hacía en el escenario, sigue manteniendo a todos los “Ricoteros” y al mundo de la música en vilo.