En plena tarea de meditación, Javier Bertinatto le dio forma a “Apacheta juegos y objetos”. Justamente, trabajando sobre troncos de árboles caídos, inventó el juego que consta de varias piedra para apilar y lograr el equilibrio justo.
“Este juego mantiene alejados a niños y adultos de las pantallas, de lo plástico, de lo artificial”, dijo el hombre de 40 años nacido en Mendoza. El emprendimiento nació en 2015 junto a Marcela, su pareja: “No utilizamos maderas jóvenes de aserradero. Cada pieza es única e irrepetible”, aseguró.
Una apacheta es un montículo de piedras colocadas en forma cónica una sobre otra. Esta técnica milenaria, según se estudió, se utilizaba como ofrenda que los pueblos originarios andinos, en América del Sur, ofrecían a la Pachamama como a sus deidades del lugar.
Precisamente, la idea de Javier era rescatar maderas para darles una nuevo oportunidad de volver a la vida como piezas de arte. Para eso, se metió en el mundo de las esculturas y de a poco fue montando su propio taller.
El juego está compuesto de ocho piedras de madera. “Jugarlo brinda la posibilidad de sentarte, tomarte el tiempo e intentar algo distinto. Es difícil, por eso se lo juega diez, cien veces hasta lograr apilar cada pieza. En ese no dejar de probar creo que también está el mensaje. Por todo esto, disfruto mucho cada vez que llega alguna buena devolución de la gente que lo compra y manda fotos sobre sus experiencias”.
Javier que paradójicamente trabaja en una empresa que se dedica a cortar árboles, les da vida con este juego que atrae a aficionados de todas las edades: “Desarrollamos el equilibrio interno entre quietud y movimiento, tensión y relajación, sostener y soltar… Como en la vida, debemos practicar mucho para comprender cuando soltar en el momento correcto. Rara vez pensamos en todo esto: es cuestión de equilibrio”, culminó.