Jeanette Campbell nació en Francia el 8 de marzo de 1916, de padre escocés y madre argentina se encontraba en una situación complicada porque se encontraban de visita en el viejo continente cuando estalló la Primera Guerra Mundial. Su idea era volver al país, donde ya estaban viviendo, pero esto se postergó debido a la situación bélica que se encontraba viviendo el continente en ese momento. Ya en 1918, con la guerra ya casi finalizada, tomaron el primer barco con destino a Sudamérica.
A los seis años, y ya viviendo en Buenos Aires, empezó a nadar en el Belgrano Athletic Club, su hermana Dorothy tuvo mucha influencia en esta decisión, quien luego saldría campeona nacional en 1928 en los 100 metros libres. Aunque inicialmente se había decantado por el hockey, la natación le despertó esa pasión que se encontraba en su interior. Junto con su hermana, derrotarían en una carrera por relevos al San Isidro Club, un famoso club en este ámbito en aquella época, por lo que llamo la atención de todas las instituciones del país.
Finalmente, fue Ferro Carril Oeste quien se llevaría a la joya argentina de 13 años. Dentro del club, en 1932, ganó el campeonato argentino en 100 metros libres, batiendo el récord de sudamericano. Esto la hizo llegar aún más alto en su nivel deportivo, llegando a participar en el Sudamericano de Río de Janeiro en 1935. Su paso por este torneo fue completamente notable, consiguiendo una medalla de oro junto con un nuevo récord en los 100 metros, además de llevarse los 400 metros y el 4×100 en posta.
Todos estos logros darían frutos luego de ser citada para competir a los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, en un país donde solo 13 años antes se había creado el comité olímpico y nunca había llevado alguna atleta femenina. Este avance sin dudas la dejaría en los libros de historia para siempre. En el barco rumbo a Alemania viajó con 55 deportistas hombres y fue un viaje de 21 días hasta pisar el suelo germano.
El 8 de agosto de 1936 quedaría marcado para siempre con el debut olímpico de la primera atleta femenina en representar a Argentina en la mayor cita deportista de todos los tiempos. Campbell ganaría su serie eliminatoria de los 100 metros libres y también conseguiría igualar el récord olímpico, demostrando que era una excelente nadadora, no solo a nivel nacional, sino mundial.
No contenta con todo lo que estaba consiguiendo, siguió subiendo su nivel para conseguir un récord olímpico en las semifinales. Su victoria estuvo muy cerca, pero una iluminada Hendrika Mastenbroek logró tumbar el sueño de Jeanette, quien llegó al final solo 5 centésimas después de la neerlandesa. Consiguió, de esta manera, la primera medalla femenina de la historia de nuestro país. Para terminar de enaltecer su participación, se le otorgó el “Miss Olimpia” y una plaqueta de distinción por su participación en los 100 metros libres.
Su objetivo era llegar de la mejor manera a Helsinki 1940, lugar donde se celebrarían los próximos JJOO, pero el inicio de la Segunda Guerra Mundial terminó de cancelar los planes de Jeanette, lo cual la terminó de desmotivar y la llevó a abandonar para siempre su carrera deportiva.
Junto con su esposo, Roberto Peper, crió a tres hijos, Inés, Roberto y Susana, siendo esta última la única que siguió con el legado de su madre, llegando a disputar los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. En dichos Juegos también fue protagonista Jeanette, quien tuvo el honor de ser abanderada de Argentina en la ceremonia de apertura. “Fue una emoción muy linda estar en los Juegos, y más lindo todavía fue que mamá fue nuestra chaperona. Ella nos acompañó a conocer Tokio, éramos pocas mujeres, siete nada más”, contó Susana cuando se le preguntó por este hecho histórico.
Durante el resto de su vida obtuvo varios reconocimientos, todos más que merecidos, como un Premio Konex en 1980, donde se reconocen a los mejores deportistas del país, el Premio Delfo Cabrera o su ingreso al Salón Internacional de la Fama de la Natación en 1991.
El 15 de enero del 2003, Jeanette Campbell falleció a los 86 años, dejando un legado y una historia llena de éxitos, logrando 12 títulos sudamericanos y 13 argentinos. Pero lo más importante que dejó fue el inicio de partida para que las mujeres argentinas puedan viajar a los JJOO, dejándonos el honor de disfrutar las medallas de atletas como Noemí Simonetto en Londres 1948, Gabriela Sabatini en Seúl 1988 o Paula Pareto en 2016.