La experta en glaciares que viaja en el Irízar

La geógrafa Soledad Tiranti es la encargada de detectar hielos riesgosos, además, es una de las asesoras fundamentales para la hoja de ruta.

Por Jonatan Pedernera

Feb 14, 2024

El buque Almirante Irízar se encuentra en la Antártida y en esta zona, es fundamental conocer las condiciones del clima y el estado del agua. Y en ese papel, aparece Soledad Tiranti, la glacióloga que es experta en hielos, para asegurar que la embarcación llegue a las bases de manera más segura en la Campaña Antártica de Verano (CAV).

La principal función de Tiranti es detectar los hielos riesgosos durante la trayectoria del buque y asesorar al comandante sobre las posibilidades más seguras de trayectos de navegación para llegar a cada base antártica argentina, que son reabastecidas con combustible, víveres y personal para todo el año.

Soledad, en plena tarea, desde su oficina.

«Tenemos que ir sí o sí a las bases, haya más o menos hielo. Por la Antártida podemos navegar desde noviembre hasta mayo -como máximo- cuando empieza a haber condiciones adversas como la falta de luz solar y el congelamiento del mar», explicó la licenciada en Geografía.

La experta también trabajó en  el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires -actualmente Secretaría-, donde se especializó en fotogrametría, una técnica que implica tomar fotos secuenciales de la ciudad desde un avión para generar la visión en 3D a través de un software utilizado para realizar mapeos y morfología urbana. También se especializó en sistemas de información geográfica para cartografía digital.

El Irízar comenzó con la campaña de verano, por toda la Antártida, en diciembre.

«Viajar era un sueño a cumplir. Nunca pensé que como civil y como geógrafa iba a tener esta oportunidad. Tomo este trabajo como una aventura, porque ningún día es parecido al anterior», comentó la mujer. «Mi mamá estudió unos años odontología, pero tuvo que dejar; mi papá es peluquero y mi hermano actor. Cuando le dije a mi familia que iba a venir a la Antártida no podían creer que me haya llegado la oportunidad. Esta experiencia me cambió la vida y todavía no terminó el viaje», agregó emocionada.

Lo que analiza a diario, desde su oficina, es «si hay hielo terrestre a la deriva y si hay hielo marino», detalló. Además, para los asesoramientos, Tiranti, de 36 años, tiene en cuenta cómo se comporta cada base y cuál es la más operativa según la temporada.

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