La firma tucumana produce aceites, jugos y cáscara deshidratada de limón. Sus productos son exportados a compañías de alimentos, bebidas y fragancias de todo el planeta. La industria es líder en procesamiento de la fruta: el 15 % de la producción mundial viene de ahí.
La historia arrancó de la mano del español Miguel Mata, quien se instaló en dicha provincia en 1904 por el parecido con la Costa del Sol, su lugar natal. En 1916 se casó y tuvo cuatro hijos. Junto a su mujer abrieron un almacén de ramos generales y compraron la finca El Naranjo, donde empezaron a incursionar en la agricultura.
La producción de San Miguel representa el15 % a nivel mundial. Y la industria se expande…
En 1954 los hijos crearon la Sociedad Anónima San Miguel. El nombre, claro está, fue en homenaje a Don Miguel, que murió en 1945. Las primeras exportaciones fueron de caña de azúcar, cítricos y frutas. 10 años más tarde instalaron la primera planta procesadora, fue el inicio de la industrialización y compraron tierras para aumentar la producción.
En 1978, San Miguel ya era el mayor exportador de limones de Argentina. La empresa sumó las fincas Caspichango y Las Salinas, donde hoy se cultivan más de 44.000 limoneros.
La finca de Caspichango, uno de los tesoros de la empresa.
Números de un gigante
La empresa recolecta dos billones de limones al año y cuenta con una capacidad de más de 300.000 toneladas para procesar. Entre sus variedades, cuenta con 200 productos con ingredientes naturales y genera 107 millones de dólares en ventas a nivel mundial.
