Hace apenas seis meses, cuando nació este proyecto llamado ADN+, contamos cuál era nuestro propósito de vida. Tratamos de ser claros en el mensaje: queríamos darle buenas noticias a la gente. La razón es que cada vez escuchábamos con más frecuencia que una gran cantidad de personas evitaban ver los noticieros, escuchar la radio, leer los diarios o ver los portales porque la información solo les provocaba miedo y angustia. Y no hace falta explicitar demasiado porque todos sabemos de qué se trata.
Casi todo lo que se comunica desde los medios suele ser negativo y, para ser justos con ellos, en parte es un reflejo de lo que sucede a diario. Porque los argentinos venimos penando con la inflación, la pobreza, la inseguridad, el desánimo… Y lo que también se ve, se palpa, se vive todo el tiempo, es esa grieta maldita en la que más de 40 millones hemos quedado atrapados. Sos amigo o sos enemigo. Sos macrista o sos kirchnerista. O ahora sos mileísta. O como sea, pero sos distinto. Nos volvimos locos. Nos volvieron locos.
La incapacidad de la clase política en las últimas décadas nos llevó a una guerra en la que casi nadie se anotó como soldado. Prefiero hablar de incapacidad porque si la razón es otra (corrupción, mala fe, desidia) hay un poder que es el Judicial y es el que debe definirlo. Igual ese no es el punto de esta editorial. La idea es centrarnos en esa división que se formó en la Argentina y hacer lo imposible para cerrarla.
El ejemplo ya está remañido pero vale la pena recordarlo. Hace menos de un año que salimos todos a la calle para festejar el triunfo argentino en el Mundial. Más de cinco millones de personas (y muchas más repartidas por todo el país) sin distinción de nada. Nos abrazábamos con desconocidos y no nos importaba de qué cuadro eran, de qué provincia, si habían nacido en otro país o si iban a votar a la izquierda, a la derecha o al medio. Eso pasó porque Messi, Scaloni y compañía nos transmitieron que se pueden lograr las metas con trabajo, dedicación y respeto. Y nosotros, los hinchas, el pueblo, le exhibimos al mundo que podemos estar todos unidos y con energía positiva si el mensaje nos llega.
Hoy necesitamos exigir eso a la clase política. Y exigírnosló a nosotros también. Necesitamos una muestra, un compromiso, de que realmente quieren que la Argentina salga adelante. Y que lo quieren si ganan ellos y si gana su adversario de turno también. Y los de a pie, los que no gobernamos pero también decidimos con nuestro voto y con nuestros actos, debemos asumir el mismo compromiso que ellos. Tenemos que hacer un esfuerzo extra. Uno más. Necesitamos dejar el egoísmo de lado y hacer nuestra parte. Gane quien gane, nos guste o no, necesita nuestro apoyo. No perdamos otros cuatro años. Somos Argentina. Con todos adentro. Si uno la pasa mal, la pasamos mal todos. Y si uno progresa, progesamos todos.
Esta podría ser una editorial más. Pero no lo es. Porque viene acompañada de una propuesta real para que lo que decimos quede ratificado en un papel. Desde ADN+, simplemente un portal de noticias, queremos proponer un Tratado de Paz. Por eso hicimos una petición en el famoso sitio Change.org para que nos acompañen en esta movida. El objetivo es juntar 100.000 firmas para que llegue a la clase política y comprometa a ésta para cumplirlo y comunicarlo más allá de quien gane las elecciones el 22 de octubre (o el 19 de noviembre si hay ballotage). Y que esa comunicación llegue a los 46 millones para que todos estemos otra vez del mismo lado. Para que eso suceda necesitamos hacer ruido.
Y cuando hablamos de ruido, hablamos de ruido del bueno. Queremos vivir tranquilos. Difícilmente alguien pueda estar en contra de ese pedido. Por eso les pedimos a nuestros seguidores, y también a las personas públicas, que nos acompañen en esta cruzada.
El Tratado de Paz de la Argentina nos puede cambiar la vida a todos. Nosotros lo firmamos.