«Esa situación me marcó». La historia de Ezequiel Ham estuvo marcada por un desafío que pudo haber truncado su carrera. En septiembre de 2015, el jugador formado en Argentinos Juniors sufrió una fractura expuesta de tibia y peroné en su pierna derecha como consecuencia de una fuerte falta de Carlos Tevez en un partido frente a Boca. Esa lesión le cambió la vida, pero este domingo el volante de 29 años tuvo su revancha como protagonista del ascenso a Primera de Independiente Rivadavia de Mendoza. «Es una felicidad enorme, la verdad es que son muchos sentimientos encontrados. El fútbol siempre tiene revancha. Me tocó disfrutar todo este año y acá está el premio».
Ham fue una de las piezas fundamentales del equipo mendocino que este domingo ganó la final de la Primera Nacional ante Almirante Brown, por 2-0 en Córdoba. El futbolista argentino que también cuenta con nacionalidad siria enfrentó casi dos años de rehabilitación luego de esa grave lesión antes de recuperar la continuidad en su carrera. Sin oportunidades en Argentinos, buscó su espacio en Japón y en equipos del Ascenso, defendiendo los colores de Ramón Santamarina y Olimpo de Bahía Blanca, donde empezó a mostrar el alto nivel que le permitiría su llegada a Independiente Rivadavia.
En medio de su angustia por la lesión, Ham recibió el apoyo de figuras icónicas como Diego Maradona y Lionel Messi. En una entrevista con el programa Pasión Paternal, expresó: «Lo perdoné. No tuvo intención de lastimarme y todo quedó bien». A pesar de esa declaración, el contacto con Tevez no se restableció con el tiempo. Ahora, posiblemente se enfrentará nuevamente en la élite, aunque con Carlos en el banquillo como entrenador.
«Este título va dedicado a mi esposa, a mi hijo. Y a mi madre, a quien prometí este logro y aunque no esté conmigo físicamente, me acompañó durante todo el año y esto es para ella», afirmó con emoción, ya que la mamá de Ezequiel, captada por las cámaras mientras lloraba en el momento de aquella lesión, falleció en enero de este 2023.
«Han pasado ocho años. Tuve que luchar, descender de categoría, siempre fue cuesta arriba, por eso valoro cada día. Le prometí a mi madre que volvería a jugar en Primera», había dicho Ham hace un mes. Esa promesa fue cumplida. Y justamente con una remera, debajo de su camiseta, con la imagen de su madre en el histórico regreso de Independiente Rivadavia a la máxima categoría del fútbol argentino luego de 42 años.