Los únicos argentinos con un Premio Nobel

El Premio Nobel es un galardón que se le entrega a las personas que mayores contribuciones hicieron en el mundo en distintos ambientes y solo cinco argentinos lograron alcanzar este reconocimiento.

El Premio Nobel es uno de los reconocimientos más importantes del mundo, el cual destaca a los mejores individuos especializados en distintos ambientes, entre estos se encuentras el de física, química, fisiología o medicina, literatura, paz y economía. El origen de esta celebración nace del testamento de Alfred Nobel, un prestigioso ingeniero e inventor sueco, en el cual se dejaba en claro que legaba casi toda su fortuna en la invención de estos premios. Esto sucedió debido a su profundo arrepentimiento de ser uno de los máximos exponentes en la fabricación de armamento en esa época.

La Fundación Nobel tuvo la oportunidad de entregar esta medalla a cinco argentinos. El primero de este grupo tan exclusivo fue Carlos Saavedra Lamas, quien logró el Nobel de la Paz en 1936 por su papel tan importante en el “Pacto Antibélico Argentino” tres años antes. Este se realizó para apaciguar la guerra entre Paraguay y Bolivia en 1935. El nacido en Buenos Aires no solo fue el primero en obtener esta distinción en nuestro país sino también en toda Latinoamérica.

En 1947 llegaría el segundo premio al país, esta vez de la mano de Bernardo Houssay, quien obtuvo el premio Nobel de Medicina por su participación en el descubrimiento de la hormona del lóbulo pituitario anterior en el metabolismo del azúcar. Este descubrimiento tuvo gran importancia para reconocer el desarrollo de la diabetes, conocimiento clave para mejorar la insulina creada por Frederick Bating y Charles Best en 1921, quienes ganaron el mismo premio en 1923.

Poco más de dos décadas después llegaría el tercero, en 1970, Luis Federico Leloir conseguiría el Premio Nobel de Química por su descubrimiento de los nucleótidos de azúcar y su papel en la biosíntesis de carbohidratos. Aunque no nació en Argentina, sino en Francia debido a una operación que debía hacerse su padre en París y el embarazo tan adelantado de su madre, si vivió gran parte de su vida en el país y llegó a ser alumno y gran amigo del ya mencionado Houssay, quien lo ayudó mucho en su investigación sobre el azúcar.

Diez años después lo conseguiría Adolfo Pérez Esquivel, el único de la lista que aún continua con vida y fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Cofundó el Servicio Paz y Justicia para América Latina en 1974 y es reconocido por su participación en contra de la dictadura militar de Jorge Rafael Videla en Argentina. En 1980 fue reconocido por su trabajo en la defensa de los Derechos Humanos en toda América Latina.

El último en la lista es César Milstein, el nacido en Bahía Blanca posee el segundo Premio de Medicina de la lista por sus teorías relativas a la especificidad en el desarrollo y control del sistema inmunológico y el descubrimiento del principio para la producción de anticuerpos monoclonales. Conseguido en 1984, lo compartió con Niels Kaj Jerne y Georges Kohler.

Sorprende la falta de algunos argentinos como René Favaloro o Jorge Luis Borges, pero eso solo deja en evidencia que Argentina siempre estuvo nutrida de genios y personajes que merecen ser reconocidos durante toda la historia.

Martín Rodriguez Pinto

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