Probaron una vacuna para tratar el tumor de cerebro más agresivo

La Universidad de Florida se encargó del desarrollo de la dosis de ARN que frenaría a uno de los males más duros.

Por Jonatan Pedernera

May 2, 2024

Las vacunas de ARN para prevenir cuadros graves se desarrollaron en plena pandemia. En los Estados Unidos, un nuevo ensayo clínico empezó a seguir de cerca el avance para tratar el tumor cerebral más agresivo en seres humanos, el glioblastoma.

El ensayo se hizo con cuatro pacientes adultos y fue organizado por investigadores de la Universidad de Florida, Estados Unidos, quienes observaron que la vacuna experimental reprogramó rápidamente el sistema inmune de los voluntarios para atacar al tumor.

Los especialistas de la Universidad de Florida llevaron a cabo el gran avance.

 

“Hay una nueva generación de vacunas ARN mensajero para diferentes tumores que está en desarrollo. La vacuna para glioblastoma es una de ellas. Aún falta más investigación, pero se trata de una innovación que podría ser aplicada en diferentes tumores”, confió Diego Kaen, presidente de la Asociación Argentina de Oncología (AAOC).

“El estudio publicado en Cell resulta interesante. Han hecho estudios en ratones, perros y personas. Si bien aún el desarrollo está en fase experimental (actualmente se está evaluando el perfil de seguridad de la estrategia en pacientes con glioblastoma)”, sostuvo Marianela Candolfi, investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Buenos Aires.

En principio, la vacuna alarma a todo el sistema sobre el tumor maligno.

 

La nueva herramienta tiene dos diferencias clave: el uso de las células tumorales del propio paciente para crear una vacuna personalizada y un complejo mecanismo de administración de nueva ingeniería dentro de la vacuna. Como es un tipo de inmunoterapia, la vacuna experimental intenta “educar” al sistema inmune del paciente para que sepa que un tumor es extraño y que debe combatirlo.

“Al tener en cuenta los antecedentes, el nuevo acercamiento de los investigadores estadounidense se destaca porque está basado en el perfil de expresión del tumor del mismo paciente y es más completo que las estrategias previas de inmunización. También puede ser una herramienta más estable y podría combinarse con otras inmunoterapias, como los inhibidores de puntos de control inmunológicos, para reducir la inmunosupresión generada por este tumor”, resumió Candolfi.

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