Buena vibra, calidez y sonrisas. El equipo argentino se brindó ante los fanáticos y vivió una jornada distendida pensando en el segundo compromiso del mundial de Francia. Después de la primera caída ante Inglaterra, los muchachos de Michael Cheika relajaron y hubo fotos y videos al por mayor.
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Por disposición de la World Rugby, los equipos deben destinar tres prácticas abiertas durante todo el certamen. La UAR hizo uso de una opción con la idea arrimar fuerzas a los jugadores. Luego de las tareas físicas y con pelota, los rugbiers se acercaron a las tribunas del complejo Jean Gaillardon en Le Baule, a 80 kilómetros de Nantes.
Las banderas argentinas flamearon como si fuese un partido.
Los fanáticos llevaron banderas argentinas y hubo fotos y firma de autógrafos. Sobre el final, los jugadores formaron en línea y aplaudieron a los espectadores.
Luego del entrenamiento, también hubo firma de pelotas.
Andrés Bordoy, uno de los entrenadores que se mostró de buen ánimo ante la visita, dijo: «Claramente hubo una autocrítica grande, repasamos y tratamos de ver lo que no salió en el partido contra Inglaterra. Pasaron estos dos, tres días de análisis para encontrar soluciones para pasar rápido a lo que viene”.
