El protagonista de esta historia, Víctor Pecci, tuvo el honor de disputar la final de Roland Garros en 1979 ante el legendario Björn Borg. El sueco terminó consagrándose y desde ese momento, Pecci es recordado por la historia del tenis sudamericano por haber llegado a la instancia del Grand Slam. El recuerdo vivo de esa hazaña, la medalla de la competencia, estuvo extraviada durante 45 años y hoy volvió a las manos del dueño.
«Fue algo increíble. Pasaron 45 años. Terminé el partido, se hizo la entrega de premios, fui a la conferencia de prensa… No sé si la extravié o me la robaron, pero recuerdo que tuve la medalla en mis manos durante media hora», recordó Pecci.
Un amigo del ex tenista le comentó que un conocido había adquirido recuerdos de Roland Garros, y entre los objetos comprados, se encontraba su medalla. Sorprendido, Pessi pidió una foto y comprobó: “Internacional de Francia, Roland Garros, 1979”.
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Fernando Rilo fue el coleccionista que dio con la estatuilla y detalló: «Estoy en un grupo de coleccionistas y uno de los integrantes me comenta que le ofrecieron medallas de tenis, pero que no las quería comprar por temor a que fueran falsas. Entonces me pasó el contacto de la persona, que es de Quilmes, me puse en comunicación y compré las medallas, y estaba la presea de la final del Roland Garros del ’79 que sabía que era de Víctor y por intermedio de un amigo en común se la pude devolver».
Finalmente la medalla perdida de Víctor Pecci, una reliquia de la historia del tenis, fue devuelta a su legítimo dueño gracias a una serie de eventos fortuitos y la buena voluntad de un coleccionista apasionado.
«Estoy tan agradecido de haber recuperado un recuerdo que marcó un momento tan importante de mi vida», resumió el referente paraguayo.