Soy una ciudadana de la democracia.
No nací en democracia. Pero crecí en ella y con ella. Como muchos de los que están hoy leyendo esta nota, conocí a través de la historia los horrores de la dictadura. Mi infancia fue en una ciudad bonaerense (Arrecifes) relativamente pequeña en esos años, cerca en kilómetros de la Capital, pero lejos en el día a día de los hechos trágicos que los marcaron.
Tengo las imágenes aún frescas, y las sensaciones más todavía, de los días previos en los que se anunció la visita de Raúl Alfonsín a mi ciudad. Expectativa, alegría, felicidad, alboroto en las calles y gente, mucha gente que fue a recibirlo. Aún niña, no tenía muy en claro el porqué, ni conocía demasiado de aquel hombre de voz temblorosa y bigotes oscuros al que todo el mundo nombraba.
Hoy, adulta y habiendo abrazado la comunicación como vocación y profesión , toma otro significado. Y es el que desde ADN+ queremos darle en estas líneas. ¿Difícil abordar un hecho político sin partidizarlo? Seguro, pero no imposible. El de hoy es un hecho político y, créanme, es una muy buena noticia. El 1° de marzo es el día en que tradicionalmente comienza el periodo legislativo en Argentina. La fecha no es caprichosa o casual. Fue establecida desde el retorno de la democracia en el año 1983, y se extiende hasta el 30 de noviembre de cada año. Anteriormente a la reforma constitucional de 1994, el periodo parlamentario empezaba el 1 de mayo y terminaba del 30 de setiembre.
La primera apertura del periodo de sesiones ordinarias fue realizada el 25 de mayo de 1862 por el entonces presidente Bartolomé Mitre en la calle Perú 272, donde se encontraba en ese entonces el Congreso, edificio que forma actualmente parte de la Manzana de las luces. Participaron de la misma 15 senadores y 24 diputados. ( Referencia: sitio del senado.gob.ar )
Los periodos están numerados, pero fueron interrumpidos en épocas de dictadura, en donde el Congreso estuvo cerrado. Hoy será la apertura del periodo número 141 de sesiones ordinarias. Participarán los 72 senadores, y los 257 diputados miembros de ambas cámaras en la actualidad.
Es una obligación constitucional. De acuerdo con el artículo 99 inciso 8 de la Constitución Nacional es el momento en donde el presidente en ejercicio presenta la “Memoria del estado de la Nación” (balance de su gestión), y anuncia el envío a las cámaras de los proyectos que pretende sean tratados durante el año legislativo. Por su importancia la ceremonia se transmite en cadena nacional.
Hoy se cumplieron 41 años de sesiones sin interrupciones de esta Asamblea, interactuando los tres poderes de la República, ya que también participan en representación de uno de esos tres correspondientes al sistema republicano, los representantes de la Corte Suprema de Justicia.
Dándole un sentido ADN+ a esta fecha, si nos remontamos a la vuelta de la democracia en 1983, fue un momento muy esperado y emotivo para los argentinos. Después de 7 años de dictadura militar, la apertura del congreso marcó un hito en la vida política del país.
Ese año fue el 10 de diciembre, cuando asumió el presidente electo Raúl Alfonsín quien hizo un llamado a la unidad nacional y a la reconciliación, y prometió llevar a cabo un juicio justo a los militares responsables de las violaciones de derechos humanos cometidos. La gente se congregó en las calles para celebrar el retorno de la democracia. En el Congreso está la representación de lo que decidimos cuando vamos a las urnas a votar.
Todos alguna vez deberíamos recorrer sus instalaciones. Sentarnos en una banca, experimentar la sensación de responsabilidad y libertad conjuntas que atraviesa el cuerpo cuando eso ocurre. Ingresar como lo hacen los presidentes de la democracia en días como hoy por las escalinatas imponentes que los llevan al encuentro de la Constitución Nacional (estratégicamente exhibida), la ley suprema que rige y garantiza los derechos y garantías de las personas . Y desde ahí , previo al ingreso al recinto , recorrer el Salón de los pasos perdidos que comunica ambas cámaras. (Una de las versiones sobre el porqué de su nombre cuenta que este salón de más de 40 metros tenía una mullida alfombra que apagaba las pisadas de los legisladores que se movilizaban por ahí )
Porque en él, un cuadro de enormes dimensiones, recuerda un hecho ocurrido en 1886 , cuando el Presidente Julio Argentino Roca se dirigía a la inauguración de la asamblea legislativa número 24, y recibió una pedrada en la frente que le causó una herida , por lo que solo brindó una parte de su mensaje.
Días como hoy liberan pasiones extremas. Que ese enorme abanico de sensibilidades que experimentaron nuestros antepasados, y quizá experimentamos nosotros , no nos impida ver que nuestra aún joven democracia, nos necesita cerca, amorosos, íntegros.
Y libres. Seamos libres. Lo demás no importa nada.
