Cuando era apenas un niño, a Marcos Speroni le fascinaba la mousse de chocolate. Por ello, más allá del paso del tiempo, esa predilección de este cocinero de 52 años de edad por ese postre no solamente se mantuvo sino que, al mismo tiempo, se agigantó.
Cada vez que podía, Speroni preparaba este postre. No importaba si era una fecha especial o una simple reunión entre amigos. Y, como no podía ser de otra manera, los presentes quedaban completamente maravillados. Y todos y cada uno de sus paladares también.
Tal es así que, en la actualidad, ya con 52 años de edad, Marcos cuenta con un bar de mousses. Y se llama «Morris Mousse». No podía ser de otra manera. Allí ahora no solamente deleita a los suyos sino también a los clientes, los cuales quedan maravillados.
En el mismo, el chef ofrece desde un mousse de chocolate amargo al 72% hasta uno de frambuesas naturales. Lo hace en un pequeño local ubicado en el barrio porteño de Recoleta, más precisamente sobre la calle Paraná al 1052, donde se despacha con gastronomía francesa.
Dependiendo del día, Marcos prepara mousse de dulce de leche, de chocolate tradicional, de limón, de maracuyá, de coco y hasta de tres chocolates, entre muchas otras especialidades. Por ello es que su acogedor comercio está teniendo un rotundo éxito.
«Se copan un montón con la propuesta. Algunos cuando llegan por primera vez creen que es una heladería, pero enseguida les explico y les doy de probar las mousses», exteriorizó, en declaraciones brindadas a La Nación, al propio Speroni.
«Estudié administración de empresas, hice un máster en administración de proyectos y durante muchos años trabajé en bancos internacionales y empresas constructoras», completó. Sin embargo, siempre, su pasión pasó por otro lado. Y hoy lo disfruta.
