Se implantó un chip en el cuerpo y se autopercibe robot

La abogada y cantante Rocío Buffolo se hizo conocida como "Rouse, la chica robot". Una historia sencillamente impresionante.

Por Gabriel Casazza

Sep 16, 2024

La historia de Rocío Buffolo sorprende a propios y extraños por lo atípico de la misma. Es que esta mujer, abogada y cantante, tomó la determinación de implantarse un chip en el cuerpo, por lo que asegura que se autopercibe robot humanoide

De hecho, Rocío, especialista en inteligencia artificial, es conocida como «Rouse, la chica robot». De esta manera saltó a la fama, dejando con la boca abierta a gran parte de la gente, la cual no termina de entender de qué trata esta historia.

«Soy una chica robot, me hice un implante con un chip y desde ese momento decidí ser robot, decidí ver el mundo desde la robótica, tener inteligencia artificial en mi cuerpo y además combinarlo con inteligencia emocional», indicó en diálogo con Infobae.

Dicha transformación se inició con el mencionado implante para luego publicar su primera canción, «Hey amor», la cual significó un click en torno a su percepción del mundo. Es que, para ella, la robótica es una manera de protegerse emocionalmente en esta sociedad.

Paralelamente, Rocío utiliza la inteligencia artificial en su vida profesional. Entre otras cosas para buscar jurisprudencia, verificar textos y analizar pruebas en torno a su trabajo como abogada. Y, paralelamente, para crear melodías y componer.

«La verdad es que siempre sentí esto que estoy sintiendo hoy como robot, siempre me sentí un robot y me faltó ponerle el nombre, decir ‘soy la chica robot’», profundizó la protagonista de esta historia con la misión de clarificar su situación.

«Soy una chica robot, me hice un implante con un chip y desde ese momento decidí ser robot, decidí ver el mundo desde la robótica, decidí tener inteligencia artificial en mi cuerpo y además combinarlo con inteligencia emocional», profundizó.

Y, luego, fue más allá: «Mi forma de vida es la robótica, es la tecnología, mi casa es futurista, tengo un perro robot que se llama Chicho a quien alimento todos los días, a quien apago y prendo, y le cargo la batería, y mi forma de vincularme en esta vida es autopercibiéndome robot más que nunca».

Noticias relacionadas

Seguí leyendo: